Artistas
Malú: «Prefiero las guerras tibias no frías»
Con firma propia. Profesión: cantante. Nació: en 1982, en Madrid. Por qué está aquí: por su nuevo álbum, «Guerra fría» (Sony Music), que ya es disco de oro.
–«Guerra fría». ¿Usted las prefiere calientes?
–Tibias. El término medio está bien. Yo era extremista. Ahora he descubierto el gris: no todo es negro o blanco.
–Un disco optimista. Dice la ciencia que el optimismo es bueno para la salud...
–Me lo creo. Desde que soy optimista no he tenido ninguna enfermedad.
–Estaba cansada de cantarle al desamor...
–Sí. Pero, no crea, el desamor también tiene su lado bueno: aprendes y gracias a él a veces te quitas un peso de encima.
–Ya. ¿Cuál es su guerra?
–Levantarme por las mañanas. Soy un murciélago, vivo de noche.
–¿La vida es una continua guerra fría?
–En el trabajo, en el matrimonio, en la calle, parece que vivimos en una continua guerra fría. Estamos tensos. Hay que relajarse.
–Juguemos con los títulos de sus canciones. «Voy a quemarlo todo». ¿Qué quemaría?
–Mi móvil. Los avances tecnológicos nos están convirtiendo en inútiles. Necesitamos un GPS para todo.
–Dice Nicholas Carr que debemos ser más críticos con la tecnología que nos rodea...
–De acuerdo. Nos están reduciendo el cerebro, nos achican la cabeza como hacen los jíbaros con sus presas.
–«Quién». ¿Quién cree que está detrás de las guerras?
–El dinero, siempre el dinero.
–«Ahora tú». ¿A qué nos anima?
–A disfrutar de la vida y no quejarse tanto.
–«Ni un segundo». ¿Qué haría sin dudarlo ni un segundo?
–Salvar a un animal. El maltrato animal me saca de quicio.
–«Libérame». ¿De qué hay que liberarla?
–De mí misma, de mis luchas internas: todo lo pienso mucho, pienso demasiado.
–«Vértigo». ¿Qué le produce vértigo hoy?
–Un telediario.
–«Búscame». ¿Le gusta jugar al escondite?
–Sí. Salgo corriendo o me escondo cuando alguien quiere adueñarse de mí o me quiere atar en corto. Tengo un imán especial para atraer a los que me quieren atar en corto. Lo pretenden y ya está liada...
–«Malú se fue a la guerra, qué dolor, qué dolor, qué pena...»
✕
Accede a tu cuenta para comentar