Ser madre por Carmina García-Valdés

Una sociedad moderna, que quiere progresar y mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos, no puede, ni debe, mantener una ley que sólo beneficia al gran negocio del aborto, dejando de lado, desamparando y olvidando a la mujer embarazada. Con el aborto no sólo se elimina, de forma violenta, la vida de un ser humano por nacer, sino que se daña, quizás para siempre, la salud física y psicológica de la mujer que estaba embarazada y abortó.

La nueva ley del aborto, promulgada en 2010, no debe ser modificada, señor ministro de Justicia, debe ser derogada. Ningún cambio servirá para proteger a la mujer embarazada, de cualquier edad, frente a las presiones que sufre, de todo tipo, para abortar. ¿Qué pasará con las menores que no quieren abortar? ¿Tendrán protección frente a los padres que las fuerzan a hacerlo?

Las asociaciones que trabajamos en toda España en ayuda a la embarazada y madre en dificultades, como Redmadre, sabemos por experiencia que la mujer, ante un embarazo imprevisto, se siente sola y desamparada, pero cuando se le ofrece el cariño y la ayuda que necesita, realiza lo que su corazón le pide: ser madre.

Lo que pedimos, desde Redmadre, es una mayor protección a la embarazada en dificultades, que reciba toda la información, completa y veraz, sobre las secuelas que el aborto le puede producir, sobre las ayudas que tiene a su disposición si quiere seguir adelante con su embarazo, y las alternativas por las que puede optar: acogida y adopción.

Carmina García-Valdés
Directora general de la Fundación Redmadre