Oposición de barricada por Iñaki Zaragüeta

Muy grave. El resultado de las andaluzas puede constituir un tremendo varapalo para la política económica a la que está obligado Rajoy. Es muy probable que sea una mala noticia para España. La victoria de la izquierda (el PC andaluz no se distingue por su moderación) va a radicalizar al PSOE, a los sindicatos y al abundante número de colectivos del resto de las regiones, actitud que complicará las intenciones del Gobierno dictadas por la UE. Rajoy deberá echarse la muleta a la izquierda para templar y mandar el astado que le han propiciado las urnas. La primera prueba se le presenta en menos de 48 horas con la huelga general que, por el escrutinio andaluz, contará con unos cuantos puntos más de participación y con los piquetes envalentonados para amedrentar a quienes pretendan trabajar. No nos engañemos, Andalucía abanderará en el futuro la oposición al Ejecutivo, pero una oposición de barricada, como ya había demostrado en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera al oponerse, junto a Cataluña, a limitar el déficit de las autonomías en el 1,5%. Ahora, tras mantener el poder, solo cabe esperar un endurecimiento de posiciones. El problema es que Rajoy no tiene capacidad de maniobra. O se ejecutan las directrices marcadas, más bien «impuestas» o nos envían a alguien para llevarlas a la práctica. Lo han hecho en Grecia e Italia ¿qué les impide repetirlo en España?. Coincido con mi amigo Rogelio en que este aspecto minimiza el resto para la interpretación. La cesión de la TVE –¿cuándo aprenderá el PP?– y Canal Sur y la aceptación de la corrupción y la subvención responden al perfil de nuestras sociedades. Lo grave son las consecuencias. Así es la vida.