Los proveedores sanitarios alertan de posibles desabastecimientos

Valencia- Si no cobran, al menos, las cantidades que se les adeuda correspondientes a este año, pueden empezar a producirse «desabastecimientos involuntarios». Así de clara fue la advertencia que ayer formuló la Plataforma de Proveedores de la Sanidad Pública valenciana, 24 horas después de mantener un encuentro con el conseller del ramo, Luis Rosado.
Durante la reunión, y según explicó ayer la Plataforma, el responsable gubernamental reconoció que «las arcas de la Generalitat valenciana están vacías y que, hoy por hoy, es imposible atender las reivindicaciones económicas de estas empresas, por muy justas que sean».

Cierres y despidos
Los acreedores, en su comunicado, consideran prioritaria la deuda de 2011, de forma que se aparcaría, «en principio», la deuda de los años anteriores (2008, 2009, 2010). Si no reciben las cantidades que corresponden a este año, «los socios de la Plataforma no van a poder continuar con su actividad empresarial en un plazo muy breve», con lo cual se procederá inevitablemente al despido de muchos trabajadores.

Durante el encuentro, el conseller estableció un plan de actuaciones de futuro para posibilitar el cumplimiento de las demandas de los proveedores.

Este plan pasa por, primeramente, reconocer a la Plataforma como entidad representativa de sus asociados ante la Administración Pública. También se deberá confirmar la deuda del ejercicio de 2011 que a día de hoy aparece contabilizada en la Hacienda Autonómica, así como la que no lo está, es decir, la mayor parte, según explica la Plataforma.

El compromiso del conseller fue aflorar esta deuda, «tan pronto las posibilidades financieras así lo permitan». No hay fecha cierta para ello, porque esta contabilización no se puede efectuar mientras no tenga asignada un presupuesto previo, algo que a día de hoy no existe.

A pesar de que tras la reunión la Plataforma calificó el tono como cordial y dialogante, ayer esta entidad reconoció que la sensación fue de «enorme zozobra y decepción». Pese a todo, dará un voto de confianza al conseller y esperará a la próxima reunión, que se producirá en un plazo no superior a tres semanas, y en la que esperan una solución.