Actualidad

Los puntos más polémicos de la nueva Constitución húngara

La nueva Constitución húngara, impulsada por el primer ministro conservador, Viktor Orbán, y que entró en vigor el 1 de enero, ha sido criticado dentro y fuera del país por erosionar la democracia en uno de los miembros de la Unión Europea (UE).

La Comisión Europea anunció hoy que decidirá en los próximos días si denuncia a Hungría por la incompatibilidad de su nueva Constitución con los valores de la UE.

La Ley Fundamental fue redactada en exclusiva por el gubernamental Fidesz, un partido conservador de fuerte tinte nacionalista, sin consensuarla con ninguna otra formación, gracias a la mayoría de dos tercios que posee en el Parlamento de Budapest desde mediados de 2010.

A continuación los principales puntos polémicos en la nueva Carta Magna.

Identidad nacional, religión y moral:

- En su preámbulo, la Constitución se encomienda a Dios, al orgullo patrio, a la cristiandad y la familia tradicional. Diversos grupos de derechos civiles critican que la Ley Fundamental no es neutral ni integradora y refleja un excesivo peso de los valores cristianos y nacionalistas.

- La Constitución estipula que la vida del feto debe ser protegida desde la concepción.

- El matrimonio se define como la unión entre un hombre y una mujer. No se especifica la protección de los derechos de los ciudadanos húngaros si son discriminados por su orientación sexual.

- La Constitución incluye la cadena perpetua sin opción de reducción de pena para delitos graves, lo que va en contra de los estándares europeos.

Justicia:

- Tribunal Constitucional. Mediante una ley de rango constitucional incrementa el número de jueces en la alta corte, de 11 a 15, y aumenta el número de años de su mandato, de nueve a doce. También limita sus competencias en materia presupuestaria y tributaria. Los críticos sostienen que el Fidesz pretende controlar el alto tribunal, nombrando a nuevos jueces afines que amplíen el Constitucional.

- La Constitución crea, también mediante una ley de rango constitucional, una nueva entidad judicial, la Curia, que supervisa la actividad en la Justicia. El nombramiento de sus integrantes por un mandato de nueve años corre a cargo del Parlamento, donde el Fidesz tiene una abrumadora mayoría. El Gobierno también ha "purgado"a más de 250 jueces reduciendo la edad obligatoria de jubilación a los 62 años.

Banco Central:

- El primer ministro tendrá la capacidad para designar a los vicegobernadores del Banco Central húngaro, mediante una ley de rango constitucional. Hasta ahora, el gobernador ha tenido el derecho de escoger esos dos cargos. También se aumenta de siete a nueve el número de consejeros del banco emisor y establece que esos dos nuevos integrantes serán nombrados por el presidente del país, cuya elección depende del Parlamento, donde el partido del Gobierno, el Fidesz, tiene mayoría absoluta. Bruselas teme que la ley reduzca la independencia del banco nacional. La ley de rango constitucional que regula la actividad del banco emisor, como las demás que asientan la nueva Carta Magna, sólo puede ser modificada con una mayoría de dos tercios del Parlamento, lo que hace muy difícil poder enmendarlas.

Reforma electoral:

- La Constitución sanciona una nueva ley electoral de rango constitucional que beneficia claramente al Fidesz, hasta el punto de que, si se aplicase de forma retroactiva, le hubiera convertido en vencedor de las elecciones de 2002 y 2006, de las que salió un Gobierno de socialistas y liberales.

Fiscalidad:

- Mediante una ley de rango constitucional se otorga un amplio poder al denominado Consejo Fiscal, creado por el Gobierno anterior en 2008, y que podrá vetar los presupuestos y pedir al Parlamento su modificación. Ese veto sólo podrá ejercerlo una vez. Este consejo contará con tres integrantes y dos de ellos dependen de nombramientos del Gobierno de turno por un periodo de seis años. La Constitución establece un tope para la deuda pública del 50 % del Producto Interior Bruto (PIB). No se establece un periodo de reducción de la deuda hasta ese techo desde el actual 80 %.

Húngaros en el exterior:

- La nueva Constitución afirma que el Estado húngaro debe asumir la responsabilidad de los dos millones de húngaros que viven en el extranjero, sobre todo en Rumanía, y en menor medida en Eslovaquia y Serbia. Ya no se requiere la residencia en Hungría para poder votar en las elecciones húngaras ni para que los húngaros que viven en terceros Estados adquieran la nacionalidad.