Santander
De Madrid a Santander en coche de hidrógeno
Esta semana está circulando por las calles de Madrid el primer vehículo de pila de combustible que se comercializa en EE UU y Japón. Pero este modelo, dotado de 460 km de autonomía, no es el único paso de gigante que se ha dado. Un equipo de expertos ha producido hidrógeno de la orina
¿Se imagina poder ir de Madrid a Santander con un vehículo eléctrico sin tener que repostar durante el trayecto? Honda ha logrado dar respuesta al que es hoy considerado el talón de Aquiles de este tipo de automoción: la autonomía. El FCX Clarity, que ha estado circulando esta semana por la capital, es un vehículo eléctrico de pila de combustible dotado de 460 kilómetros de autonomía. Se diferencia de los eléctricos de baterías en que genera su propia electricidad a partir del hidrógeno almacenando en un depósito. No se trata de un prototipo, sino del primer modelo que se fabrica en serie y que ya se comercializa bajo régimen de «leasing» en Estados Unidos y Japón. Es decir, que no es un vehículo de futuro, sino que es ya el presente en los países citados. Este modelo, que genera sólo vapor de agua como residuo, duplica la eficiencia energética de los híbridos (gasolina y electricidad) y triplica la de los modelos con motor de combustión interna.
Energía amarilla
Pero este vehículo no es el único paso de gigante que se ha dado. En el Centro de Electroquímica de Investigación de Energía (CEER), de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, un equipo de expertos ha desarrollado la tecnología necesaria para producir hidrógeno y agua limpia a partir de la orina humana para ser empleado en pilas de combustible. Sí, de la orina.
En concreto, los investigadores han desarrollado una «Greenbox», un sistema que, con el tamaño de una mini nevera, permite limpiar las aguas residuales y producir hidrógeno. El proceso consiste en aplicar una corriente eléctrica que permita separar el hidrógeno de la urea y del amoniaco a través de electrólisis. De modo que quién sabe si en un futuro el dueño de un vehículo de estas características podría desplazarse gracias a una fuente inagotable.
Dejando a un lado la energía amarilla, la verde, la de las renovables, es la que más estudios de investigación atesora. De nuevo aquí Honda está desarrollando un sistema doméstico para generar hidrógeno a partir de energía solar de forma autónoma. La Estación de Hidrógeno Solar (SHS), ubicada en California, permitirá, si todo sale bien, abastecer no sólo a los vehículos, sino que también recuperará el calor producido para generar electricidad y calentar el agua de uso doméstico.
Por otro lado, científicos de la Universidad Politécnica de Cataluña, de Auckaland (Nueva Zelanda) y de Aberdeen (Escocia), han logrado generar hidrógeno a partir de la luz solar y del etanol. Para ello, se han valido de un fotocatalizador y un recipiente de dióxido de titanio.
A estos proyectos habría que sumar otros tantos, como las múltiples líneas de investigación abiertas para producir hidrógeno de las algas o a partir de combustibles fósiles con cero emisiones gracias a tecnologías de secuestro y almacenamiento de CO2, por ejemplo.
Todos estos proyectos permitirán, quizá en un futuro, la movilidad eléctrica a partir de hidrógeno generado de diversas fuentes. Sin embargo, sin las infraestructuras necesarias, resulta más que difícil su expansión. Pero por objetivos no será. La Unión Europea espera que en cuatro años comiencen a implantarse tecnologías de hidrógeno con el fin de que en tan sólo nueve años (2020), el cinco por ciento de los vehículos comercializados se mueva a partir del hidrógeno generado.
«No tenemos vehículos porque no hay infraestructuras y viceversa. Ésta es la situación que tememos hoy y que esperamos que cambie», afirmó Javier Brey Sánchez, presidente de AeH2, en la presentación del FCX Clarity. Una situación que, de variar, permitiría convertir al transporte por carretera en un sector limpio, siempre que el precio de estos vehículos baje.
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