Atentados terroristas en Bruselas
Las investigaciones del 7-J relatan la «ola de horror» sufrida por las víctimas
Las 52 víctimas mortales de los atentados contra la red de transporte de Londres del 7 de julio del 2005 fueron "asesinadas"en actos de "salvajismo sin piedad", según dijo el abogado Hugo Keith en el arranque, hoy, de una investigación pública sobre la tragedia.
La juez que presidirá la pesquisa, Heather Hallett, pidió hoy en el Tribunal de Justicia de Londres que se guardara un minuto de silencio antes de arrancar un proceso público que durará 5 meses.
En esta investigación se indagará sobre las circunstancias que rodearon los atentados terroristas del 7-J contra tres trenes del metro y un autobús londinense, en los que murieron 52 personas y resultaron heridas unas 700.
La pesquisa tratará de determinar si los servicios de inteligencia podían haber impedido la masacre perpetrada por cuatro terroristas suicidas de origen británico y vinculados a Al Qaeda y pecaron de negligencia.
En la vista de hoy, el abogado Hugo Keith, asesor en esta investigación, dijo que un mensaje enviado por el líder de esa célula terrorista, Mohammad Siqdique Khan, indicó que éste había abandonado sus planes iniciales de perpetrar los atentados 24 horas antes.
Khan envió un mensaje al terrorista Shehzad Tanweer el 6 de julio en el que le comunicaba que había tenido un "problema grave"por el que no "tendría tiempo"(de llevar a cabo las detonaciones), lo que hizo pensar que los atentados se habían programado en un principio para ese día y no para el 7 de julio.
El letrado Keith advirtió al tribunal que algunas de las preguntas que aún rodean los detalles de la tragedia nunca hallarán respuesta y dijo que los terroristas habían llevado a cabo "una ola de horror inimaginable"al detonar los explosivos.
"Fueron actos de salvajismo sin piedad que sólo podrían resaltar la magnitud de la crueldad de sus autores. La naturaleza esencial de estas acciones fue el asesinato", afirmó este asesor.
En su comparecencia, Keith mostró al tribunal algunas transcripciones de las llamadas de emergencia realizadas a la red de metro de Londres durante la mañana de los atentados.
Durante la duración de esta investigación, entre las personas que acudirán a testificar figuran muchos de los supervivientes de la matanza, así como miembros de los servicios de emergencia que acudieron a los distintos lugares donde estallaron las bombas.
En el tribunal se mostrarán filmaciones e imágenes de los momentos inmediatamente posteriores a los atentados que no se han visto antes, pero que han sido manipuladas para no mostrar a ninguna de las víctimas.
Muchos de los familiares de las víctimas están representados en la investigación y podrán interrogar a los testigos.
Al anunciarse el comienzo de la investigación, hace unos meses, la juez Hallett afirmó que indagará en los antecedentes de los terroristas suicidas y tratará de averiguar qué sabían de ellos los servicios de información.
Dos años después de los atentados se supo que el MI5 (servicio de inteligencia interior) había tenido conocimiento del jefe del grupo, Mohammad Sidique Khan, y de otro de los terroristas suicidas mientras investigaba otra célula extremista.
Algunos familiares de las víctimas creen que los servicios de inteligencia y la policía disponían de suficiente información como para deducir que Sidique Khan constituía una amenaza pública, algo que disputan, sin embargo, aquellos.
Desde que ocurrió la masacre se han publicado dos informes oficiales sobre lo ocurrido sin que ninguno de ellos culpase de negligencia al MI5.
Algunos familiares han expresado en público su preocupación por los intentos aparentes de los servicios de información de mantener en secreto los detalles de lo ocurrido.
El MI5 provocó la pasada semana la indignación de muchos de ellos al proponer que la juez presidenta pueda celebrar algunas sesiones a puerta cerrada, lo que interpretan como un intento de los servicios de inteligencia de evadir responsabilidades.
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