El búnker

Hay una asociación construyéndose un búnker en la Sierra por si lo del fin del mundo en 2012 va en serio. Puede parecer una locura, pero tal y como están las cosas, reconozcamos que es bastante más fácil creer a los mayas que a Zapatero, que, en cuestión de vaticinios, ha demostrado tener escaso fuste. Hay dos cosas que me gustan de esta asociación, su pragmatismo –dicen que si no pasa nada, siempre lo podrán utilizar como refugio contra terremotos, erupciones volcánicas (?) y tsunamis (???)– y su optimismo: van a pedir al gobierno que les subvencione el chiringuito. Quitando ese afán de no gastar, sospechoso entre convencidos de que lo vamos a petar en breve, no me parece mal que se les dé ese dinerillo que reclaman; en cosas más surrealistas se han gastado algunos alcaldes su porción de Plan E. Yo creo que en caso de que los mayas atinen en sus predicciones, es preferible desaparecer disfrutando del espectáculo antes que envasarse al vacío con un puñado de desconocidos, para salir después a reecontrarse con otros supervivientes entre los que estará Zapatero, que también tiene búnker subvencionado. Qué pereza.