Definiendo dinero

D. Lo que mejor definiría al dinero. Es la «D» de diablo. Ambos son la caja de Pandora, jamás encarnan nada bueno. Corrompen todo aquello que tocan, consiguiendo arrancar lo peor de la gente.
I. Por supuesto, «i» de interés. Y no sólo el de los bancos, uno mucho más molesto. Los intereses que existen tras cada transacción de dinero, son lo que mueve el mundo. Porque según dicen, todos tenemos un precio.
N. La negación por excelencia, la «n» del no. El dinero como uno de los grandes responsables de esta corta pero molesta palabra. Si no interesa, porque no hay dinero, la respuesta es no. El monosílabo más repetido durante la actual crisis.
E. La «e» de estrés. Deudas, plazos, fin de mes, hipotecas, ocho horas al día y cinco días a la semana... Estresa sólo con leerlo. A saber qué porcentaje de infartos son debidos al estrés, o mejor dicho, al dinero.
R. Algo bueno tenía que tener el dinero, es la «r» de responsabilidad. Responsable de tanta pobreza, de las hambrunas, de guerras, de delincuencia, etc.
O. De obediencia. El que tiene dinero manda, y los demás obedecen. Sucede en empresas, en ciudades, en Estados… El poder siempre en manos del dinero.
Y no sé si les inquietará tanto como a mí que el dinero no exista desde siempre, sino que fuéramos nosotros quienes lo inventamos. Más que nada por aquello de «de tal palo, tal astilla»…