Laura Rojas-Marcos: «Estamos perdiendo un poco la cabeza»

–«Somos cambio». ¿Qué tipo de cambios llevamos peor?
–La pérdida de seres queridos, de estatus económico, de trabajo...
–Habla en su libro de cómo afrontar los retos de la vida. ¿Cómo?
–Con sentido del humor y espíritu aventurero.
–Ahora el cambio que más se lleva es el de imagen...
–Sí. Para ser más aceptado incluso por uno mismo, prosperar, tener éxito.
–Parece que los políticos se resisten al cambio de una forma especial...
–Más bien a perder el puesto. El afán de poder frena cambios o provoca cambios inadecuados.
–Dicen que la crisis nos ha hecho más pesimistas...
–Sí. Tengo más pacientes que nunca. Crecen la depresión, la ansiedad y el estrés.
–Y esto tiene consecuencias en el entorno...
–Claro, porque afecta a las relaciones interpersonales, familiares. Hay parejas que se quieren separar y no pueden, por razones económicas.
–¿Qué les aconseja a los que viven así?
–Es mejor irse a casa de los padres que vivir con alguien al que no se aguanta. Eso amarga la vida. Veo mucha tristeza.
–Ahora creemos que toda va a cambiar... a peor.
–A veces, para mejorar conviene tocar fondo.
–«Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy». ¿Buena elección?
–Es un imposible. Nadie se queda como está.
–¿Qué tiene más riesgo que la prima de riesgo?
–Perder la cabeza. Y la estamos perdiendo todos un poco.
–Cambio es la palabra más utilizada por los políticos. ¿Es la madre de todos los engaños?
–A veces, sí. Utilizan esa palabra para despertar esperanzas.
–Señale algo que estemos haciendo muy mal...
–Hay mucha gente que, por temor o incertidumbre, está viviendo más en el futuro que en el presente. Eso es malo.
–Para adaptarse al nuevo tiempo, ¿hacen falta cursillos de austeridad?
–Quizá, pero yo creo que basta con el sentido común.
–Los cambios que estamos viviendo nos convertirán en personas más...?
–A largo plazo seremos más fuertes. Los supervivientes, claro.
–Cambiemos todo para que todo siga igual...