Nueva York

Millet apunta a los políticos

El Consistorio barcelonés admite que confió en Millet y no comprobó la titularidad de las fincas del hotel. 

Millet apunta a los políticos
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barcelona - Entre rejas, Félix Millet y Jordi Montull pueden ser más peligrosos que en la calle. Lo demostraron ayer a través de sus abogados que, de perdidos al río, lanzaron acusaciones contra la clase política catalana sin importar dónde trabajan –Generalitat o Ayuntamiento de Barcelona– y qué color defienden. Las cuatro horas de comparecencia ante la juez que investiga la operación del hotel del Palau, Míriam de Rosa Palacio, dieron juego. El abogado Jordi Pina, defensor de Millet y Montull, dio ayer detalles de la declaración judicial. Empezó disparando contra los políticos al asegurar que sus clientes contactaron con representantes de «todas» las fuerzas políticas y con el departamento de Presidencia y Vicepresidencia de la Generalitat para tirar adelante el proyecto del hotel de lujo. La búsqueda de cómplicesMillet tuvo la idea de proyectar un hotel de lujo junto al Palau después de que unos técnicos de la Unesco le advirtieran de que el entorno del recinto modernista «estaba muy descuidado». El Palau había sido declarado Patrimonio de la Humanidad y para evitar que la Unesco revocara la catalogación, Millet urdió el plan del hotel de lujo para revitalizar la zona. Millet explicó a la juez que se reunió con representantes de todos los grupo políticos del Ayuntamiento de Barcelona, con Jordi Portabella (ERC), con Alberto Fernández (PP), con Xavier Trias (CiU) y con Ramón García-Bragado o Xavier Casas por parte del PSC. Con el único con el que no se reunió fue con ICV. También envió «muchas cartas» al vicepresidente del Gobierno, Josep Lluís Carod Rovira, y a Presidencia. Pero mientras en el Ayuntamiento todos los citados admitieron haberse reunido con Millet, tanto Carod como Presidencia negaron contactos con el saqueador confeso.Sin embargo, el vicepresidente catalán sí dotó al Palau de una subvención para su proyección internacional. Fue el propio Millet quien solicitó, siguiendo la tramitación habitual, cerca de 8.000 euros para un viaje a Nueva York para promocionar la labor del Palau, era marzo de 2009. En diciembre de ese mismo año el organismo cultural recibió parte del dinero solicitado por Millet, pero la beneficiaria fue ya la nueva dirección del Palau. Es en este punto donde se agarra Carod para afirmar con rotundidad que nunca dio «ni un solo euro» a Millet.Millet, en cambio, triunfó con su plan de vender el proyecto del hotel en el Ayuntamiento. Convenció a todos los grupos exepto a ERC. Alberto Fernández (PP) admitió que Millet le sedujo con un proyecto hotelero que iba a inyectar dinero y seguridad al barrio. Por eso, ayer lamentaba que se le escondiera el hotel a la sombra que pretendía construir Millet a golpe de fraude. La indignación del PP era compartida por todos. Tal era el enfado, que el pleno del Ayuntamiento aprobó revocar las modificación del Plan General Metropolitano que permitieron recalificar las fincas para hacer un hotel. Además, se acordó crear una comisión de investigación y una auditoría externa para descubrir si hubo irregularidades. No obstante, al alcalde Hereu se le presentan varios interrogantes, si tenemos en cuenta, como apunta Millet, que «alguien» –el ex concejal Xavier Casas– en el Consistorio le ofreció edificios para hacer la permuta y le dijo que no era un impedimento que fueran catalogados. Y García-Bragado tiró adelante el cambio del PGM.