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Irán anuncia la próxima apertura de una planta de enriquecimiento de uranio

El gobierno iraní ha anunciado este domingo que la planta subterránea de enriquecimiento de uranio de Fordow, cuya existencia desconocía la comunidad internacional hasta hace dos años, entrará en funcionamiento en fechas próximas.

La planta de "Fordow estará operativa en un futuro cercano. Podemos enriquecer uranio al 20 por ciento, al 3,5 por ciento y al cuatro por ciento", declaró el director de la Organización de la Energía Atómica de Irán, Fereydoun Abbasi Davani, al diario 'Kayhan'.

Fuentes occidentales han explicado que la entrada en funcionamiento de Fordow supone un mensaje político de Irán: no se plegarán a las demandas internacionales para que interrumpa el enriquecimiento de uranio. En concreto, Irán podría trasladar de Natanz a Fordow gran parte del proceso de enriquecimiento de uranio y estas últimas instalaciones se encuentran en un búnquer subterráneo más protegido ante un posible ataque aéreo.

"Lo consideraría una nueva escalada por parte de Irán", ha afirmado la fuente occidental en declaraciones bajo condición de anonimato. Los expertos destacan además que en Fordow apenas caben unas 3.000 centrifugadoras, los aparatos necesarios para el enriquecimiento de uranio, y que esta cantidad parece escasa para un programa de centrales eléctricas, pero es ideal para la fabricación de pequeñas cantidades de uranio muy concentrado como el necesario para las bombas atómicas.

Irán sostiene que su programa nuclear tiene como fin único la generación de energía eléctrica. Sin embargo, está enriqueciendo uranio al 20 por ciento, muy por encima del 3,5 por ciento necesario para su uso civil. Para la fabricación de bombas nucleares es necesario uranio enriquecido al 90 por ciento.

Teherán reveló la existencia de la planta a Naciones Unidas el 21 de septiembre de 2009 tras conocer que los servicios occidentales ya sabían de su existencia. El día 25 de ese mes, una declaración conjunta del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el presidente francés Nicolas Sarkozy y el entonces primer ministro británico Gordon Brown precisó que las instalaciones se encuentran cerca de la ciudad de Qom, en el noreste de Irán.