Chaves: «En Andalucía no había pulsión de primarias»

Eso es lo que ha ocurrido en algunas partes de Andalucía», aseguró aludiendo implícitamente a ciudades como Málaga, donde el intento de que concurriera una candidatura alternativa ha generado serias fricciones con la Ejecutiva regional, al contravenir las directrices impuestas desde San Vicente. En este sentido se pronunció el también ex secretario general del PSOE-A en una entrevista concedida a Onda Cero y que realizó el director regional, Pepe Fernández.
Chaves salió asimismo al paso de los continuos rumores sobre el deterioro de su relación con José Antonio Griñán, una de las personas más cercanas a él en su etapa al frente del Gobierno andaluz. «Lo hemos dicho ambos. Hemos tenido desencuentros en algunos momentos, pero el presiente Griñán y yo somos amigos. Esta amistad personal está consolidada desde hace muchos años. La relación es magnífica».

De hecho, el vicepresidente tercero del Ejecutivo señaló que nunca tuvo dudas de cuál era la persona idónea para que asumiera el relevo de la Junta. La elección de Griñán –dijo– la tenía clara «desde hace muchísimo tiempo» y la había hablado con antelación con Rodríguez Zapatero. «Tenía absolutamente claro que la mejor persona para presidir la Junta era Griñán».

Las diferencias que se han producido en los últimos meses entre el presidente andaluz y el Gobierno central, a cuenta del deslinde de Doñana o de los criterios de endeudamiento, los enmarcó dentro de la «normalidad». «Yo también tuve muchos problemas con los gobiernos de González y de Zapatero», deslizó. No obstante, la diferencia que puntualizó fue la difícil coyuntura económica, más proclive a generar estos «roces». «Ningún presidente de los anteriores se ha enfrentado a una situación tan dramática como a la que ahora se están enfrentando Zapatero y Griñán. La crisis del 92 y del 93 fue dura, pero una broma en comparación con la que ahora estamos sufriendo».

En relación al juicio de la «Operación Malaya» que se está llevando a cabo en este momento en la Audiencia malagueña, señaló que «nadie podía prever» qué estaba ocurriendo en Marbella. Frente a la crítica de que la Junta optó por mirar para otro lado, recordó que el Gobierno andaluz interpuso «más de 400 denuncias para que se suspendieran cautelarmente las licencias». «El que preparó al Estado de Derecho para combatir esos delitos fue un Gobierno socialista y quien disolvió el Ayuntamiento fue un Gobierno socialista a petición de la Junta», adujo.