Valladolid

La obra de Marino Marini llega por primera vez a España

Marino Marini es uno de los máximos representantes de la escultura figurativa del siglo XX, pero la obra del artista italiano no ha podido verse en España hasta el momento, en la exposición retrospectiva que le dedica el centro cultural Conde Duque, de Madrid.

Titulada "Marino Marini. Más allá de la escultura", la exposición llega a Madrid tras su exhibición en Valladolid y permite conocer a través de 75 obras, entre esculturas, pinturas y dibujos, la trayectoria del artista caracterizada por su singularidad y por su continúo retorno al arte clásico.
La exposición es fruto de la colaboración con el Museo Marino Marini de Florencia y está comisariada por Marisa Oropesa que durante siete años ha trabajado en su organización.


El recorrido planteado por la comisaria se ha articulado en torno a los grandes temas en los que Marini (1901-1980) desarrolló su obra: el desnudo; el circo, con óleos de bailarinas y saltimbanquis; caballos y caballeros; las Pomonas, divinidad romana que vela sobre los frutos y los retratos entre los que se encuentran algunos de sus amigos, como Stravinsky, Chagall, Mies van der Rohe o Jean Arp.


En opinión de la comisaria, Marino Marini es uno de los grandes artistas con los que hay que contar para entender la evolución del arte de nuestros días, "siendo su influencia esencial y definitiva para los escultores de los siglos XX y XXI".


Heredero de la tradición etrusca "en sus esculturas está latente la huella de siglos de mitología", según Marisa Oropesa, para quien el artista estuvo impregnado de un espíritu "arcaico y moderno"que reflejo en sus creaciones, principalmente en sus caballos y jinetes montados que le procuraron relieve internacional mediado el siglo XX.


Sus esculturas ecuestres sintetizan también la expresión del devenir desgarrado del siglo XX, devastado por dos guerras mundiales que Marini padeció y que transmitió a unas obras que reflejan dolor, pesimismo y desesperanza.


Este dramatismo está presente también en su serie de los "Milagros", llena de fuerza, que "es la expresión de todas sus obras en una sola"y supone "el dramatismo en su estado más puro, como si el ser humano estuviera llegando a su final, entregado irremediablemente a un destino trágico", en opinión de la comisaria de la exposición que estará abierta hasta el 19 de febrero.