Carrillo rechaza ahora poner urnas en los centros adscritos

El órgano que debe garantizar la transparencia en el proceso electoral se ha respaldado en la falta de unanimidad para tomar esta decisión. Pero el principal motivo es que José Carrillo se lo pensó dos veces y se retractó del acuerdo que tenía con Iturmendi.

Carrillo le vio las orejas al lobo y ayer aseguró al apoderado de Iturmendi que no firmaría la petición pero que tampoco presentaría oposición. Sin embargo, en Twitter dejó clara su postura diciendo: «Cuánto cuento. Nunca ha habido urnas en los centros adscritos». No hay que olvidar que en el Rectorado, edificio donde votan los estudiantes de los centros adscritos, Iturmendi obtuvo cerca de 700 votos, mientras que los demás candidatos no llegaron a la decena.

Además, Berzosa proclamó su afecto al candidato ya que en los primeros cuatro años de su mandato Carrillo fue vicerrector. Por desavenencias personales con Andradas, se apartó oportunamente de su equipo, pero ambos tenían claro que perseguían el mismo objetivo: el Rectorado. Con esta decisión final se dificulta la participación de los centros afectados en los que la mayoría son partidarios del profesor Iturmendi y por tanto su derecho al sufragio universal.

En las redes sociales algunos alumnos de estos centros celebraban la noticia. «Se acabó la marginación hacia los centros adscritos», exclamaba uno. Ahora todo cambia y vuelven a tener que desplazarse al Rectorado para poder apoyar a su candidato. Lo que sí ha aceptado la junta es la instalación de una mesa más en la Facultad de Derecho, donde los estudiantes ya la pidieron públicamente. La primera vuelta estuvo muy ajustada, pero los votos que quedan en el aire pueden ser determinantes en la segunda.