Quitan la acusación a dos abogados a los que imputó Garzón

MADRID- Ambos abogados estaban acusados de un delito de blanqueo de capitales, relacionado con una actuación dirigida a encubrir los fondos ilícitamente obtenidos por Correa. López Rubal fue uno de los letrados cuyas comunicaciones en prisión con Correa, Pablo Crespo y Antoine Sánchez fueron intervenidas por orden del juez Garzón. De hecho, en uno de sus autos donde acordada esa medida, se le citaba de forma expresa.
El juez Pedreira sostiene ahora que de la investigación practicada «no se deduce, en este momento, que estos dos profesionales –que fueron imputados desde el primer momento por Garzón, en 2009– incurriesen en comportamientos delictivos», y que, en cambio, «actuaron en el ejercicio de su profesión». Función que realizaron «correctamente»
«No se aprecia, después de la investigación practicada, que los abogados –Delgado y López Rubal– hayan intervenido en una confabulación, ni que hayan incurrido en una conducta reprochable penalmente», destaca al respecto Pedreira. Y, por tanto, no se puede acreditar que Delgado Solís fuese el coordinador de todas las estrategias defensivas».
 En cambio, afirma el instructor al respecto, es un «hábito profesional» que los abogados de despachos distintos «se reúnan, comenten e intercambien entre ellos aspectos de la defensa, sin que ello implique necesariamente una conducta delictiva».
En contra del fiscal
Con estos argumentos, el instructor del «caso Gürtel» en Madrid acuerda el sobreseimiento provisional respecto a los dos citados letrados, ya que «los supuestos indicios delictivos resultan insuficientes para enervar su presunción de inocencia». Otros dos abogados permanecen imputados.
El juez Antonio Pedreira ha adoptado esta decisión en contra de la Fiscalía, quien sostenía que la conducta de ambos letrados no estaba amparada en el derecho de defensa.