Vaya viajecito

Dacian Ciolos se paseó por Madrid, Burgos y La Rioja a finales de la semana pasada. Unas horas antes del viaje ya avisó de que, de momento, no habrá ayuda al almacenamiento privado de aceite de oliva. Respondía así a las informaciones que habían salido del Ministerio, en el sentido de que el comisario de Agricultura aprovecharía su visita para anunciar el apoyo de la Comisión a esta medida. Vendieron la piel del oso antes de haberlo cazado y se llevaron un gran «chasco». Ciolos repitió que se compromete a seguir estudiando el asunto y que, si se cumplen los requisitos previstos en la normativa comunitaria, propondrá esa ayuda. Por lo que se ve, su segundo, el español José Manuel Silva, o no está haciendo nada por los oleicultores españoles, actitud que suele ser habitual en él, o, si lo hace, no hay resultados.

El comisario aprovechó su intervención en la Comisión Mixta Congreso-Senado para repartir estopa a derechas y, sobre todo, a izquierdas. Cuando se le preguntó por las negociaciones con Mercosur, respondió que fue el Gobierno socialista español el que presionó para reanudar este proceso. Cuando le interrogaron sobre la tardanza en la aprobación de la nueva normativa para el sector lácteo, dijo que le preguntasen al comisario español Joaquín Almunia, el encargado de la cartera de Competencia, que es el que más trabas está poniendo. Cuando le recriminaron por el escaso control de las importaciones procedentes de países terceros, dijo que eso era cosa de los Estados miembros y que pidiesen al Gobierno español que cumpliese con su parte en esta tarea. Y se quedó tan ancho. Aunque razón no le falta.