Vintage que no viejuno

Aveces, de tanto mirar atrás para rescatar tendencias, se corre el riesgo de quedar atrapado entre telarañas como si se tratara de uno de los decorados del «1,2,3» en Prado del Rey. Un toque «kitsch» con cierta gracia, pero con pocas posibilidades de actualización. Apolillado. No es el caso de Whiz, firma española que en los seis años que lleva en el mercado ha conseguido dar con una fórmula vintage que marida romanticismo y funcionalidad ¿El secreto? El trabajo incansable para diferenciarse de los clónicos diseños de Inditex, con una obsesión por cuidar el detalle en cada una de sus prendas y con precio
s más que competitivos. Nada de patrones encorsetados ni de dictadura de las pasarelas.
Amparada por el trabajo de Organización Gómez de Zamora –un paraguas de éxito que bajo su sombra ampara desde Barbour a La Martina–, Whiz ha dado salto con la apertura de su primera tienda de Madrid. Y es que, además de los vestidos midi-mini y shorts –convertidos en clásicos de la casa–, ahora es posible salir de su espacio en el centro comercial Moraleja Green con un «total look» donde los zapatos se convierten en «fetiche» y los pañuelos en un imprescindible.
Al entrar en la tienda apetece dedicarle tiempo. Porque el propio espacio invita a permanecer. Airerústico, un portón antiguo. Oasis de compras. Amplitud para moverse y percheros con vida, en tanto que son troncos con algún que otro brote de donde cuelgan las aguamarinas, mostazas y tonos pasteles que se desdibujan de unas prendas a otras. Especialmente recomendable es la gama de vestidos en oro –champán si prefieren– que permiten salvar con nota cualquier evento estival nocturno.

Y como no sólo ella tiene derecho a un estilo trendy a la altura de las circunstancias, toca estar atentos a la inminente apertura de la nueva tienda Tenkey (Lagasca, 25), que sería el equivalente de Whiz. Tú a La Moraleja, yo a Lagasca. Eso sí que es un «total look» en pareja.