Agricultura

El plan forestal intentará frenar la pérdida de cultivos en el monte

Un campo abandonado no será forestal si no tiene el 30 por ciento de su superficie con especies leñosas. Los propietarios lo ven insuficiente

El plan forestal intentará frenar la pérdida de cultivos en el monte
El plan forestal intentará frenar la pérdida de cultivos en el montelarazon

Valencia- La Generalitat revisará la definición de terreno forestal para evitar que los cultivos que se abandonen por falta de rentabilidad sean declarados forestales de manera irreversible. Fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente, aseguran que el Plan de Acción Territorial Forestal (Patfor) que aprobará el Consell próximamente abre nuevas vías para cambiar de suelo forestal a agrícola y viceversa.

El objetivo es dar la máxima rentabilidad al monte y que deje de ser un lugar en el que es extremadamente difícil sacar algún beneficio económico.

Grosso modo, el Patfor contempla que hasta que el 30 por ciento del campo agrícola que ha dejado de cultivarse no esté cubierto de «especies leñosas forestales», mantendrá la calificación de agrario. Hasta ahora, no se marcaba tal porcentaje y el propietario de un suelo agrícola perdía con facilidad la capacidad de recuperar su campo después de haberlo dejado unos años sin cosechas.

Esta es una de las reivindicaciones de los agricultores y también de los propietarios de terrenos forestales. A los primeros, les interesa porque la falta de rentabilidad les obliga a dejar de cultivar su campo. En el momento en el que quiere volver a darle provecho se le prohíbe porque ha quedado clasificado como forestal y, por tanto, es más complicado.

A los segundos, les interesa porque los campos actúan de cortafuegos en caso de incendios y además, contribuyen a dar vida al mundo rural. Sin embargo, la filosofía expuesta en el plan forestal no les convence. La presidenta de la Asociación de Propietarios Forestales de la Comunidad Valenciana (Afoval), María Victoria Fernández de Córdova, consideran que el porcentaje es «ridículo» y que no resuelve el problema existente. De esta manera lo han reflejado en las alegaciones presentadas al Patfor. Denuncian que la «legislación forestal (...) incita al abandono ya que la actividad y la rentabilidad económica se cercenan de manera considerable».

Por ello, defienden que no produzcan cambios de titularidad de agrícola a forestal cuando un campo se abandone por «las causas que sea».

Tampoco están de acuerdo en que se tomen por forestales «todos los terrenos que sin reunir las características para que se considerados como tales se puedan destinar en un futuro a ser repoblados o transformados al uso forestal». En este caso, creen que lo que prima para que un suelo sea considerado forestal no es la realidad, sino «una mera expectativa, por lo que la lógica que debe primar es que dichos suelos serán forestales cuando se den las condiciones para ello».

Fernández de Córdova insiste en que las parcelas de cultivo actúan como salvavidas del monte en caso de que se produzca un incendio. No sólo frena el fuego, sino que además es un lugar desde el que pueden trabajar los medios de extinción. «Si desaparece el mosaico agroforestal el bosque será pasto de las llamas».

Insiste en que hoy por hoy es extremadamente complicado transformar una superficie forestal en agraria y defiende el papel del labrador como el verdadero protector del campo porque «el urbanita solo pasea por él». Además, apunta que reducir la superficie agrícola implica la pérdida de posibles ayudas de la UE.