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La nueva planta de Repsol estará a pleno rendimiento en 2012
CARTAGENA- Reducir a la mitad las importaciones de diesel en España es lo que pretende la nueva refinería de Repsol, construida en el valle cartagenero de Escombreras, cuando ésta opere a pleno rendimiento. Así lo anunció ayer el director del complejo industrial de Repsol en Cartagena, José Luque, durante una comparecencia en la que apuntó que «actualmente ésta refinería alcanza el 80 por ciento de las operaciones».
Este proyecto de ampliación de la refinería de Repsol en Cartagena, obras que se han ejecutado con un presupuesto superior a los 3.000 millones de euros, consigue colocar a esta refinería entre las primeras de Europa, no sólo por su capacidad de destilación y conversión, sino por la aplicación de las últimas tecnologías referidas a la sostenibilidad ambiental, la seguridad y el ahorro energético. De igual modo, en las obras acometidas en este proyecto han llegado a dar trabajo a 7.000 personas. Al respecto, Luque matizó además «que esta inversión de Repsol ha dado empleo directo a unas trescientas personas y a cuatrocientos indirectamente».
Con respecto a las importaciones españolas de diesel, Luque indicó que «superan al año los diez millones de toneladas, cifra que podrá reducirse a la mitad cuando esté plenamente operativa la factoría de Cartagena». En concreto, esta refinería triplica la capacidad de destilación que tenía la antigua, pasando de cuatro a once millones de toneladas. El director de Repsol en Cartagena insistió además, en la importancia que tiene el proyecto para España, ya que «es muy deficitaria en diesel». De igual modo, Luque también se refirió al aumento de la producción sobre la actividad portuaria, que se va a incrementar en un 60 por ciento, tanto en el número de buques como en toneladas.
Esta nueva refinería será inaugurada oficialmente durante el primer trimestre de 2012.
Nueva planta de lubricante
La empresa Repsol en Cartagena, junto a la coreana SKL, va a poner en marcha una nueva planta de lubricante cuya inversión ronda los 250 millones de euros y que dará empleo a un millar de trabajadores durante los tres años de construcción.
Esta fábrica de lubricantes, que tendrá una plantilla de alrededor de 70 trabajadores, empezará a construirse en el primer semestre de 2012. Según el acuerdo entre Repsol y SKL, la nueva fábrica producirá 600.000 toneladas al año de lubricante de primera calidad que se destinará al mercado europeo de la automoción.
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