Dale Degroff agita los ánimos

Diego Cabrera agita Le Cabrera; Carlos Moreno, O'Clock, y Javier de las Muelas –creador del cóctel cuchara–, su Dry Martín. Además, clásicos incombustibles como Chicote, Del Diego y Cock son los responsables de que la cultura de la coctelería sea algo más que una tendencia. Por eso, Dale Degroff, fundador y presidente del Museo Americano del Cóctel y, para muchos, el mejor «bartender» del mundo, ha presentado en el Flag Ship Store de Telefónica, en Madrid, cuatro nuevas sugerencias con el whisky como base. Se trata de los J&B Mood Cocktails, dirigidos a los distintos estados de ánimo: Genius, Stylish, Connection y Vibrant. Una mala jornadaEl creador del Cosmopolitan cuenta, mientras mueve la coctelera, que «me pareció una buena idea, ya que acostumbramos a beber al final del día tanto si hemos tenido una mala jornada en el trabajo como si se quiere celebrar que te sientes bien». Degroff apuesta por las mezclas elaboradas con este destilado, a pesar de que «resulta una bebida compleja y llena de matices, de ahí que necesite una mano preparada para que le encuentre los compañeros perfectos». Y acto seguido reta a quienes no son grandes bebedores: «Voy a preparar uno que os va a encantar. El truco reside en utilizar ingredientes ligeros y afrutados que combinen bien para que el cóctel no sepa a alcohol», señala mientras habla de sus años en el Rainbow de Nueva York, donde se puso al frente «de la cultura de los bares antiguos y de la profesión de coctelero artesanal».Ahora, dice, a cada trago le acompaña una revolución en las técnicas de las mezclas, «ya que empleamos materias primas de calidad más propias de la despensa de la cocina que de un bar, entre ellas, jengibre, tomillo y ginseng. La tendencia del momento es acompañar las mezclas con comida ligera», explica. Por eso, lleva tiempo trabajando mano a mano con un chef para diseñar combinaciones que armonicen con algunos bocados. Pocas veces es posible disfrutar de un Cosmopolitan elaborado por su creador con una tapa de salmón ahumado, una de las delicias que mejor le van, igual que el sushi. Dale insiste en que la serie «Sexo en Nueva York» también reavivó la industria coctelera, que continúa en auge: «Las mujeres imponen nuevos sabores, su presencia en los bares es tan importante como el concepto «gastrobar», que se extiende por todo el planeta. En Nueva York, por ejemplo, está muy de moda ir de barra en barra», apunta. Y ofrece un Manhattan para contar acto seguido que, entre sus especialidades, cuenta con el Iberia, elaborado con whisky y Jerez. Un trago inmejorable.