Quién paga los daños

Tienen razón. Los empresarios constructores valencianos y el Gobierno de la Generalitat van a estudiar la posibilidad de pedir daños y perjuicios a quienes promovieron, entre ellos los socialistas, los ataques desde Europa contra el sector inmobiliario de la Comunitat, que tanto dañó a los intereses de la región.
Ahora, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea ha rechazado las acusaciones que se vertieron contra lo previsto por la Ley de Urbanismo valenciana, que en día ideó el entonces conseller Rafael Blasco, al que el tiempo le ha dado la razón y la legalidad. Ahora el daño ya está hecho, con la imposibilidad de enmendar el yerro.
Los políticos de la izquierda valenciana, especialmente el PSPV, deberían expresar su pesar por cómo actuaron, si no pedir perdón. Lo cierto es que alejaron a los inversores y recuperarlos es una misión casi imposible, como ayer reconocían desde la patronal valenciana.
Es más que probable que los constructores no logren compensaciones y que ni siquiera puedan intentarlo.
El PSPV ha demostrado que se ha especializado en atacar todo lo que haga el Gobierno de Francisco Camps como única vía de oposición. Eso sí, en las últimas elecciones los valencianos le han dado su merecido. A ver si aprenden. Así es la vida.