Investigación científica
El 10% de los tumores de hígado es benigno
El cáncer hepático afecta a 10 de cada 100.000 habitantes. En el caso de no ser maligno sólo se debe extirpar
El cáncer de hígado es uno de los tumores más prevalentes, pero que más tarde se diagnostica. No obstante, siempre hay una excepción que confirma la regla. Y esta vez la marca Eric Abidal, el jugador del F.C. Barcelona que esta misma semana ha pasado por quirófano para que le extirparan un tumor en este órgano. El galo, que ha sido internacional con Francia en 55 ocasiones, ha disputado dos Mundiales con su selección y es titular indiscutible en el once de Josep Guardiola, podrá, previsiblemente, volver al terreno de juego en unas cinco semanas. La pregunta es, cómo siendo un joven y sano, haya podido sufrido una dolencia más «típica» de mayores.
Origen
Las causas son diversas, y la Naturaleza juega un factor importante. Según explica Bruno Sangro, director de la Unidad de Hepatología de la Clínica Universitaria de Navarra, «existen alteraciones genéticas en ocasiones conocidas y otras desconocidas que pueden derivar con el tiempo en un tumor, pero si se trata de pacientes jóvenes, éste suele ser benigno en la mayoría de los casos». Aunque, en líneas generales, este tipo de tumor se sitúa en torno al ocho por ciento.
Por su parte, Vicente Carreño, presidente de la Fundación del Estudio de Hepatitis Virales, añade que «si es maligno aparece con una enfermedad hepática previa, como el virus de la hepatitis B o C. Si es benigno, el más frecuente es el hemangioma (acúmulo de vasos sanguíneos). En este caso, ¿por qué hay que operar? Carreño argumenta que «normalmente, «según la localización del tumor, y si éste no crece, no es necesario pasar por quirófano. Sin embargo, si el paciente es deportista, por ejemplo, y el hemangioma está en uan zona expuesta que puede ser golpeada, conviene quitarlo para evitar el sangrado en el peritoneo». De ser maligno, lo habitual es hacer una resección para eliminarlo y el periodo de recuperación dependerá de la cantidad extirpada.
Sea cual sea la índole del cáncer «si se opera, es porque se puede eliminar. Afortunadamente la cirugía hepática ha avanzado en los últimos años y el post operatorio es relativamente sencillo», añade Bruno Sangro. «Además, tenemos una gran reserva. Podrían extirpar la mitad del órgano sin que la función también se viera reducida al 50 por ciento. Digamos que nos sobra cantidad funcional de masa hepática», concluye el hepatólogo.
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