ETA

«No habrá amnistía»

La vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no mencionó ni una sola vez ayer las palabras «acercamiento de presos» etarras ni habló tampoco del fin de la política de dispersión, aunque se le preguntó expresamente por ello.

«No habrá amnistía»
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Por el contrario, solemnizó el discurso más contundente del PP en materia de política antiterrorista, con una novedad, el gesto de dirigirse implícitamente a los presos de ETA para emplazarles a que dejen de estar pendientes de los cantos de sirena que les llegan desde el entorno de la organización terrorista porque el Gobierno «no va a negociar con ETA» y, por tanto, nunca podrán acogerse a un plan global ni tampoco habrá una amnistía. Con este giro Sáenz de Santamaría trató de delimitar el polémico plan de reinserción que Interior difundió el pasado jueves. El objetivo del Ejecutivo es «fomentar» la ruptura de la unidad del colectivo de presos etarras con la ratificación de que hay un camino, el único, para la reinserción legal y que es el de romper con la banda y cumplir individualmente los requisitos que establece la Ley Penitenciaria para acceder a cualquier tipo de beneficio penitenciario. Les consta que ETA ha seguido ejerciendo su presión en la cárcel bajo esa promesa del plan global que le permite rentabilizar el miedo de sus reclusos a dar un paso adelante y asumir el coste social. Ahora bien, para algunos la «torpeza» está en que se ha hecho rebajando unas exigencias democráticas –como la de pedir perdón a las víctimas– que la banda puede interpretar «como el inicio de la impunidad». El sentir de los que dentro del propio Ejecutivo tienen dudas sobre la iniciativa adoptada se resume en esta afirmación: «Hoy el riesgo no es que maten, es que les demos algo por lo que han matado». También temen que no sea secundada por los reclusos etarras, pero sí sirva para que pidan más. En este clima, fue la vicepresidenta la que movió ficha para reconducir la confusión generada. «El Gobierno no negocia con ETA, nunca». Y segunda advertencia: «Aquellos terroristas que hagan una declaración pública, solemne y decidida de abandono de la organización a la que pertenecen podrán iniciar un proceso de reinserción. Pero la obtención de cualquier beneficio penitenciario dependerá del cumplimiento de todos los requisitos legales y de manera individualizada».