Argentina

Van Bommel en el nombre del suegro

La Razón
La RazónLa Razón

Bert van Marwijk fue el primer entrenador en el fútbol de élite para Mark van Bommel. El hombre que le enseñó el valor del equilibrio en el centro del campo del Fortuna Sittard. En realidad, no le hacía mucha falta a aquel joven centrocampista nacido en la frontera y siempre más cercano a la mentalidad alemana que a cualquier otra. Juntos empezaron a construir su futuro en el fútbol, uno en el banquillo y otro en el campo. Aquello era el año 97, pero ahora han vuelto a reunirse en el Mundial. Entre medias, muchas comidas familiares, cumpleaños y celebraciones. Porque Van Bommel, además de ser el hombre de confianza del seleccionador, es su yerno.Y fue Van Marwijk el que volvió a poner a Van Bommel la camiseta naranja de la selección hace dos años. El ex jugador del Barcelona había renunciado al equipo nacional por sus diferencias con el antiguo seleccionador, Marco van Basten. Además de que su estilo era completamente prescindible para el antiguo seleccionador.Para Van Marwijk, que Van Bommel sea el marido de su hija Andra no es una cuestión fundamental. «Tengo el mismo trato hacia él que con el resto de jugadores», admite el seleccionador. Algo que la mayoría reconoce. Lambertus no es un técnico de los considerados duros por sus futbolistas. De trato educado y amable, no le cuesta trabajo encontrar una excusa para justificar la presencia de su yerno en la selección: «Ha hecho una gran temporada con el Bayern de Múnich y se merecía estar aquí», añade.Van Bommel cumple el deseo que no pudo cumplir Van Marwijk en el Mundial 78. Estuvo hasta el final en la lista del austriaco Ernst Happel para el campeonato que se disputó en Argentina, pero una lesión de espalda le impidió llegar a la fase final.