Las escuelas podrán mezclar a alumnos de diferentes edades en clase

BARCELONA- La Generalitat puso ayer punto y final al polémico decreto de Autonomía de centros educativos, uno de los ejes clave en el despliegue de la Ley de Educación, aprobándolo en su última reunión antes de las vacaciones de verano.
El decreto ha sido una de las trabas más férreas para la conselleria que lidera Ernest Maragall, ya que los sindicatos de docencia se han negado en redondo a aceptar las condiciones que impone. El decreto –que se completa con los decretos de Evaluación y el de Direcciones, aún por aprobar– permitirá que el equipo directivo del centro pueda seleccionar a parte del profesorado que necesita e imponerle sanciones si lo cree adecuado.
En el ámbito educativo, se desarrollará un proyecto educativo sólido para cada centro con el fin de mejorar resultados cada cuatro años. En este sentido, el colegio podrá decidir cómo agrupar a sus alumnos –pudiendo mezclar a diferentes edades en una misma clase–, cómo organizar las asignaturas y el tiempo que se dedica. Este punto es el eje clave que permitirá a Educació poder obviar el decreto ministerial que incide en aplicar la tercera hora de castellano en Primaria, –665 horas en total–.
La Agencia de Evaluación, que se estrena en el ámbito educativo, será la encargada de poner nota a cada centro, examinando sus resultados, y evaluando al equipo directivo y docente. Teniendo en cuenta las «calificaciones» de los colegios, la Generalitat podrá variar los recursos que se otorgan a los colegios en función de sus resultados.
Este factor también fue duramente criticado por los sindicatos, ya que supondrá la negación de dotaciones necesarias a los centros que por su tipología social desfavorecida consigan peores resultados.