«El Rafita» vuelve a las andadas

Hoy hace justo dos meses desde la última vez que supimos de él. El pasado 25 de junio «El Rafita» cumplió sus tres años de libertad vigilada y comenzaba su andadura en libertad, aunque como él mismo confesó a LA RAZÓN, ya llevaba mucho tiempo sintiéndose «totalmente libre». Tan libre que ya no llegan los dedos de una mano para contar las veces que ha intentado robar. Ayer, Rafael García Fernández, uno de los condenados por el crimen de Sandra Palo, madrugó. O a lo mejor ni se había acostado, pero a eso de las nueve de la mañana ya rondaba el polígono Urtinsa de Alcorcón para hacer una de las suyas. No se quebró demasiado la cabeza y repitió en su especialidad: el robo de vehículos. No iba solo. Le acompañaban un par de colegas de fechorías. Los tres, cogieron el Seat Toledo de la hermana de «El Rafita» y recorrieron los apenas tres kilómetros que separan la residencia actual de Rafael, en la Avenida Villaviciosa, hasta la conocida «Costa Polvoranca», en el polígono Urtinsa de Alcorcón donde, además de bares de copas, también hay naves industriales. Allí, en la calle Industrias, un transportista confiado fue su nueva víctima.

El hombre, que transportaba productos cárnicos, se disponía a descargar la mercancía y dejó las llaves del vehículo puestas. «El Rafita», que andaba al acecho, no desaprovechó la oportunidad y se subió en la furgoneta blanca para emprender la huida. Se supone que los otros dos se encargaban de las labores de «vigilancia» pero no les salió bien porque la mala suerte (para ellos) quiso que un vecino se percatara de lo que estaba ocurriendo y dio el aviso a una patrulla de la unidad de Policía de Barrio de la Policía Municipal de Alcorcón.

Los agentes le dieron el alto pero él no iba a torcer el brazo. Comenzó entonces una persecución por el polígono que terminó con la furgoneta estampada contra un árbol. Lejos de darse por vencido «El Rafita» echó a correr, trepó por una valla y saltó hasta el aparcamiento de la fábrica de Chico, donde se escondió en los bajos de un camión aparcado allí. Pero los agentes de la Policía Municipal de Alcorcón, que le conocen de sobra, dieron con él. Tras un breve paso por el hospital fue trasladado a dependencias policiales, donde permaneció toda la jornada de ayer. Durante esta mañana será trasladado hasta los juzgados de Alcorcón.