Terrorismo

«De repente vi la oscuridad y pensé que había muerto»

La primera sesión del juicio por el asesinato del guardia civil Juan Manuel Piñuel por la explosión, el 14 de mayo de 2008, de una furgoneta-bomba, estuvo ayer marcada por los estremecedores testimonios de sus compañeros del cuartel de Legutiano (Álava)

El etarra Francisco Javier Makazaga, en un momento del juicio celebrado en la Audiencia Nacional
El etarra Francisco Javier Makazaga, en un momento del juicio celebrado en la Audiencia Nacionallarazon

Los agentes y sus familiares desgranaron ante el tribunal los recuerdos de una noche que todavía les atormenta. Mientras, los tres presuntos etarras acusados del atentado –Arkaitz Goikoetxea, Aitor Cotano e Iñigo Gutiérrez– escuchaban como si la cosa no fuese con ellos.

El agente que hacía guardia junto a Piñuel esa noche explicó que ambos vieron cómo se acercaron dos vehículos a una velocidad superior a la permitida. Escucharon «un frenazo brusco» y el guardia civil salió a inspeccionar la zona con una linterna. La furgoneta estaba aparcada delante del cuartel. Despertó a su jefe. «¡Nos han colocado un coche-bomba!», le alertó. Luego volvió junto a Piñuel. No le dio tiempo a más, pues en ese momento se produjo la explosión. Eran las tres menos cinco de la madrugada.

Su jefe, el comandante de la guardia, quedó atrapado entre los escombros: «De repente vi la oscuridad y pensé que había muerto», reconoció ayer. Su mujer, visiblemente nerviosa, también declaró como testigo. «Primero fue la oscuridad y luego el sonido de la explosión», acertó a decir. Ambos siguen en tratamiento psicológico.

A Piñuel, el estallido le sorprendió mientras alertaba de la colocación del vehículo-trampa. Así lo corroboró el agente de la Comandancia que atendió la llamada. «Me llamo el compañero que falleció para decirme que habían dejado una furgoneta-bomba. No terminó de pronunciar la palabra "furgoneta". Se cortó la comunicación», recordó.


«Soy miembro de ETA desde pequeñita»
La etarra María Soledad Iparraguirre, «Anboto», contó ayer que es «militante de ETA desde pequeñita» ya que sus padres colaboraban con la banda cuando era niña, y que su vida ha estado «marcada por el problema político» vasco, pero no reveló cuál era su papel en la organización. Preguntada sobre cuándo entró en ETA por el tribunal de París que la juzga como dirigente de la banda y responsable de finanzas cuando fue arrestada en 2004, Iparraguirre respondió: «Para mí, soy militante de ETA desde pequeñita».