Presos

Rubalcaba se siente «orgulloso» de lo que se hizo en la negociación

«Me siento orgulloso de lo que hicimos». De esta manera tan elocuente, se refirió ayer el vicepresidente primero a todo lo decidido por el Gobierno durante el malogrado «proceso de paz», iniciado en 2006 y que ETA dio por acabado en diciembre de ese año con el atentado de la T-4.

El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su comparecencia hoy ante la Comisión de Interior del Congreso
El vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, durante su comparecencia hoy ante la Comisión de Interior del Congresolarazon

lejos de arrepentirse, advirtió de que «la tregua la perdió ETA política y policialmente», gracias a que la Policía y la Guardia Civil estuvieron «encima» para que la banda no se rearmara. De esta manera, salió al paso, en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, de las noticias aparecidas sobre las actas de las reuniones del Ejecutivo con ETA y del denominado «caso Faisán».

Aunque el titular del Interior compareció para explicar los datos de criminalidad de 2010 en la Comisión de Interior de la Cámara Baja, al final se vio forzado a hablar de las actas de la banda etarra y del «caso Faisán». Alfredo Pérez Rubalcaba advirtió de que «de ninguna manera» se iba a referir en sede parlamentaria a «si ETA dijo» una u otra cosa, en alusión a las actas etarras. No obstante, sí quiso entrar en lo que el Estado hizo para evitar que se rearmara.

Obsesión

En su relato, reconoció que cuando llegó a Interior su «obsesión» era que la banda etarra no se rearmase como en la tregua de 1998, momento que sirvió a la organización terrorista para introducir a cinco comandos y matar después a 42 personas. Por eso dio orden de no hacer nada que no fuera «irreversible» y que la seguridad del Estado estuviese «vigilante» y pensando que los terroristas podían volver a la actividad. «Ésa fue mi instrucción a los Cuerpos de Seguridad», avisó.

Rubalcaba sacó pecho, porque hacer «bien las cosas» ha permitido que la banda terrorista esté en la actual situación de debilidad. «Porque no nos fiamos, hoy estamos como estamos», insistió. «Ésa es la historia». «Contra hechos no valen palabras de nadie», en referencia a lo que hizo el Ejecutivo en la tregua y a lo que sostiene ETA en sus actas.