Barcelona
Del «No a la guerra» al «daño colateral»
Sindicatos y artistas, en contra de Irak, apoyan el ataque a Libia
MADRID- 21 de marzo de 2003. El Consejo de Ministros del Gobierno de José María Aznar acuerda el envío de las tropas a Irak. 19 de marzo de 2011. En una rueda de prensa en París, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero afirma que España colaborará en la operación militar contra el régimen libio de Muamar Gadafi.
Ocho años de por medio, sindicatos y artistas salen, como en 2003, a la calle. Aunque esta vez el motivo es la «persecución dirigida» contra Garzón por los crímenes del franquismo.
Es difícil borrar aquellas mareas humanas que invadieron las calles y los medios de comunicación los días 15 de febrero, 15 y 22 de marzo. No sólo en las grandes ciudades, como en Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, sino en todas las capitales de provincia, ciudades pequeñas y pueblos. Alrededor de 60 convocatorias se organizaron en nuestro país para dejarle claro al Partido Popular su rotunda postura: «No a la guerra. No en mi nombre».
La XVII edición de los Premios Goya se convirtió en un alegato contra la invasión de Irak. «No hay que tener miedo a la libertad de expresión ni a la cultura. Hay que tener miedo a la guerra». Así se dirigía a su público la que fue presidenta de la Academia, Marisa Paredes. A las pocas semanas, un grupo de actores, Ana Belén, Pilar Bardem y Juan Luis Galiardo, entre otros, asistieron a una sesión en el Congreso de los Diputados. No dudaron en lucir unas camisetas rotuladas con un: «No a la guerra» que les supuso la expulsión del Hemiciclo. La fiesta de los Premios Max de Teatro también tuvo un marcado carácter reivindicativo, el Ministerio de Educación y Cultura suspendió los actos para conmemorar el Día del Teatro, al «no darse las circunstancias».
¿Dónde está ahora ese ardor contra la guerra de Irak, eslogan al que Zapatero ha recurrido en sus campañas electorales?
«Es un mal menor», ha declarado Almudena Grandes. «Se justifica ante la necesidad de elegir entre la masacre de civiles inocentes o el peligro de reforzar una situación de guerra civil».
«No se manifestaron en Kosovo»
Por su parte, el cantante Miguel Ríos ha declarado que aprueba la intervención en Libia «porque el sátrapa de Gadafi está masacrando a su pueblo y todo el mundo, con independencia de su ideología, ha coincidido en la necesidad de parar el problema libio con el menor daño posible».
«La principal diferencia de la guerra de Irak respecto al próximo ataque a Libia es que se dio una interpretación contradictoria sobre si Naciones Unidas autorizaba la intervención», explica Rafael Calduch, catedrático de Relaciones Internacionales de la Facultad de Ciencias de la Información. «En este caso sí hay una resolución, pero tengo mis dudas sobre si la motivación de los intelectuales era realmente ésa. No hay más que remontarse a la guerra de Kosovo. No hubo resolución en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y los intelectuales no se manifestaron en ningún momento».
✕
Accede a tu cuenta para comentar