Donde las dan las toman

Rodríguez Zapatero tiene más vidas que un gato. Después de las elecciones del domingo, parecía que el actual secretario general del PSOE había perdido el control sobre su partido y que estaba sometido a lo que dijeran la dirección y los barones sobre la fórmula y los tiempos de elección del sucesor. Es más, cuando Patxi López el martes anunciaba la exigencia de un Congreso extraordinario era evidente que Pérez Rubalcaba lanzaba un pulso a Zapatero para que abandonara la Secretaría General de forma inmediata, convocando elecciones lo antes posible y saltándose a la torera el calendario previsto de unas primarias. Rubalcaba sabía que en un Congreso no encontraría enemigo, evitando así las primarias donde intuía que Carme Chacón le podía ganar. Con esta jugada todos dábamos por noqueado a Zapatero. Cuando el miércoles por la tarde el PSE emitía un comunicado replicando al secretario general que seguían apostando por un Congreso, todo indicaba que Rubalcaba había dado un golpe magistral para hacerse con la Secretaría General, con la candidatura a la Presidencia del Gobierno y con el mando sobre la convocatoria adelantada de elecciones. En definitiva, había abortado las primarias, dejando todo al albur de un Congreso extraordinario donde él saldría aclamado como la gran solución de futuro.

Éste era el panorama hasta que apareció Carme Chacón. Convocatoria de prensa en Ferraz. Y anuncio contundente: retirada como candidata de las primarias porque algunos –decía– han atentado contra la estabilidad del Gobierno, la unidad del partido y la imagen del presidente del Gobierno. Acusación directa a Rubalcaba. ¿Dónde está la clave? Muy fácil. Zapatero, al retirar la candidatura de Chacón de las primarias, desactiva la petición de un Congreso extraordinario. Es decir, Rubalcaba se queda como único candidato a la Presidencia del Gobierno, por lo que ya no está justificado un Congreso extraordinario donde también Zapatero iba a ser despojado de la Secretaría General. De esta forma, Rubalcaba será candidato; pero sólo candidato dejando el Congreso para después de la previsible derrota electoral ante Mariano Rajoy. Y entonces, sólo entonces, será convocado un Congreso Federal en el que Chacón aparecerá con todas las papeletas para ser la secretaria general. Rubalcaba será candidato. ¡Vale! Pero Zapatero se la ha devuelto. Al menos por el momento. El Comité Federal del sábado tiene la última palabra.