Bruselas
El «engrase» de la colaboración entre De Guindos y Montoro
MADRID- Un mes después, los retos inmediatos del Gobierno de Rajoy están en la sangría de las comunidades autónomas y en el déficit, en las fusiones bancarias y, por supuesto, en el paro. Con añadidos como la necesidad de reforzar la coordinación interna, especialmente entre el ministro de Economía, Luis de Guindos, y el titular de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. El obligado reparto de papeles acaba en una imagen de coro que incluso dentro de Moncloa admiten que debe ser controlada. De Guindos mira a los mercados, a los inversores, y ha asumido el discurso más áspero y más realista. Montoro es un hombre de partido, lo que quiere decir que no se le pasan por alto las elecciones andaluzas y los intereses del PP en las mismas. Pero además es quien tiene que negociar con las comunidades autónomas y convencerlas de los ajustes. De puertas adentro hay quien habla de celos y hasta quien se atreve a vaticinar que el titular de Economía será el primero en caer «si vienen malas» porque no tiene amparo del partido. Al margen de estas habladurías, en Moncloa tienen claro que la convivencia entre los dos tiene que engrasarse mejor, porque del coro de voces el más perjudicado es Rajoy.
Ayer Montoro matizó las declaraciones sobre el déficit y las dificultades para ajustarse a los objetivos marcados por Bruselas, que el jueves realizó a un diario alemán. Y para ello siguió el guión fijado en la víspera por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. El objetivo del Gobierno en materia de consolidación fiscal «no puede ser otro» que cumplir «cuanto antes» con los objetivos marcados «con Europa y con el euro» en lo que respecta a la reducción del déficit y, en última instancia, su supresión, informa Ep.
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