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Dante como excusa
Dónde: Centre Cultural La Farinera del Clot. Gran Via, 837.Cuándo: Hasta el 2 de enero. Cuánto: Entrada gratuita.
barcelona- «La Divina Comedia» ha motivado a todo tipo de creadores y estilos artísticos, desde Domenico de Michelino a Miquel Barceló. Siguiendo la estela dejada por la gran obra de Dante Alighieri, el Centre Cultural La Farinera del Clot expone desde ayer un proyecto que firman seis jóvenes autores inspirados por la palabra del autor italiano. La iniciativa «Incopore'11», que este año llega a su sexta edición, presenta los trabajos desarrollados por cinco alumnos catalanes del Máster de Creación Artística que imparte la Facultad de Bellas Artes de Barcelona. Lucía Olano, Pilar Rosado, Enric Teixidó, Rubén Torras, Carlos Alguacil y Oriol Aribau firman las piezas expuestas.
Terracota y gesto
Lucía Olano emplea la terracota para reproducir algunos pasajes de «La Divina Comedia». La artista, en declaraciones a este diario, explica que ha intentado plasmar «instantes de vida». En este sentido, la terracota ayuda a recrear la forma humana, además de «generar tensión». Olano realiza dos paneles en los que la figuración toma el pulso para presentar al espectador una perspectiva expresiva. «Me gusta ver cómo los objetos toman forma», explica la artista quien recuerda que sus relieves son consecuencia de tensiones y fuerzas internas, todo ello un proceso con el que exteriorizar el gesto. A estos relieves, se le une una figura femenina en estado de reposo.
Por su parte, Pilar Rosado se inspira en el Dante que se pasea por el Purgatorio y por los numerosos ojos que contemplaron su descenso a los infiernos. Una instalación repleta de ojos y con formas construidas con papel sirven para elaborar, según Rosado, «una metáfora de la luz y las miradas». La artista completa su labor con una trabajo de video creación en el que los rostros se transforman gracias a un programa informático. Ella recuerda que la vida es «un proceso de cambio y se traduce en nuestro cuerpo».
El pan es el insólito material con el que Enric Teixidó se aproxima a Dante. El autor recrea en pan figuras humanas que trocea o hace acompañar de trigo. Su proyecto, pensado en un primer momento para un espacio más grande, se sirve –según Olano– de «un material orgánico próximo a las personas», provocando un juego con la sala de exposiciones.
Rubén Torras lleva su creatividad hasta el infierno dantesco y se basa en una imagen tomada al zar, manipulada de diferentes maneras y técnicas. El artista explica que «busco el impacto visual. Son piezas que funcionan de manera individual, pero que provocan mucho más de manera colectiva». Óleo, fotografía y manipulación digital le ayudan en este cometido.
La tensión del elemento y su comportamiento en el mismo espacio es lo que interesa a Oriol Aribau para su instalación. El creador se ayuda del agua y la fotografía, de las propiedades físicas y quiméricas, abordando el espacio como un instrumento de trabajo.
La muestra también cuenta con las pinturas de grandes dimensiones de Carlos Alguacil quien considera que lo que miramos es lo que somos.
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