Bilbao
Fernández Díaz: «Los delincuentes no pueden entrar por una puerta y salir por otra»
«No negociamos ni negociaremos con ETA ni con sus presos». «La retirada de escoltas liberará a mil agentes para seguridad ciudadana»
«Reforma», una palabra que, últimamente, cada vez que se pronuncia crea desde incertidumbre a tensión. Pues sobre esa palabra, pero en plural, versó ayer la intervención del ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en el marco de los cursos de verano de la Universidad Católica de Ávila (UCAV) y LA RAZÓN. Concretamente, el tema era «La España de las reformas» y el ministro no dudó en asegurar que son necesarias «para salir de la crisis y transformar España en una ventana de oportunidades». Según Fernández Díaz, en toda crisis hay «peligro, incertidumbre y oportunidad», y es esa oportunidad la que el ministro asegura hay que aprovechar. «Me alegra estar en un Gobierno que da prioridad a las reformas necesarias para que España sea un elemento de unidad», dijo el titular de Interior para centrarse en las medidas relativas a su Departamento. Eso sí, lo hizo en el contexto de uno de los temas de estos cursos de verano: «La responsabilidad de los medios de comunicación: crisis y bien común». A ellos, a los medios, pidió «colaboración y responsabilidad».
La línea de su discurso estuvo centrada en la seguridad ciudadana y su protección porque «sin seguridad no hay libertad y la seguridad debe de estar al servicio de los ciudadanos». Pero, sobre todo, por una idea muy clara: «La seguridad es un elemento de competitividad decisivo».
«A la vista de la difícil coyuntura económica que atravesamos no deberíamos pasar por alto que una defensa eficaz de la seguridad ciudadana es también uno de los factores que aporta competitividad al Estado. Hoy los estados compiten y uno de los factores clave de esa competitividad es la seguridad de las personas», aseguró el ministro, para entrar en uno de los grandes activos de nuestro país: el turismo. Al respecto, Fernández Díaz afirmó que uno de los puntales de la «Marca España» es que «España es un país seguro. Nadie va de turismo a un país extranjero que no es seguro», aseguró tajante.
Y para mejorar esa seguridad y evitar que muchos turistas cambien de destino, confirmó que su Ministerio «trabaja y seguirá trabajando para convertir España en un país más seguro con modificaciones legislativas para reformar el Código Penal, la ley de enjuiciamiento criminal» o la ley orgánica de protección sobre la seguridad ciudadana, que espera que el Consejo de Ministros apruebe cuanto antes para debatirse en el Congreso de los Diputados en el siguiente período de sesiones para, de esta forma, comenzar su andadura a principios de 2013.
Una reformas que, dijo, tienen un carácter «preventivo» y puso como ejemplo la multirreincidencia, «una de las cosas que genera más alarma social» y «desmoraliza a los ciudadanos». Por ello, se buscará «evitar que sea una realidad el que los delincuentes entren por una puerta y salgan por otra», de modo que se distinguirá entre falta, que será del ámbito administrativo, y delito, que se incluirá en el Código Penal.
Pero, además, confirmó «avances en la lucha contra la violencia urbana» para evitar imágenes como las de la pasada huelga general que «afectaron negativamente a la economía española». «Lastró mucho la competitividad porque se dio la imagen de un país sometido a la guerrilla urbana y no parecía que había convivencia».
Así, dijo que estamos ante «fenómenos que tienen que ver con nuestros derechos y libertades, pero también mucho con nuestra economía, competitividad y crecimiento». Por ello, dijo, no sólo hay que centrarse sólo en las reformas económicas, que «son imprescindibles», sino que hay otros ámbitos en los que también son necesarias. «Un país que no tenga seguridad jurídica, ciudadana y que no sea percibido como generador de confianza, está condenado a vivir en la marginalidad», sentenció.
Escoltas: Mil agentes más para seguridad ciudadana
F. Cancio
Ávila - En relación a la seguridad, el ministro del Interior habló de ayer de otro elemento fundamental para conseguirla, los escoltas. Según anunció, tras el anuncio por parte de ETA del cese de la actividad armada, se podrá liberar a más de mil policías y guardias civiles para tareas de «seguridad ciudadana» o para otros trabajos «como la ciberseguridad o la protección de infraestructuras críticas». Una retirada, la de escoltas, que se produce, tal y como aseguró el titular de Interior, porque la banda terrorista «ha sido derrotada» y esa liberación supone una «oferta de empleo extraordinaria». ¿Por qué? Porque con la crisis y los recortes presupuestarios se ha reducido la oferta pública de empleo para los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Aquí, recordó que hace pocos días juraron su cargo en Ávila un total de 1.952 nuevos agentes, mientras que, en Baeza, lo hicieron 430 guardias civiles. Unas cifras que contrastan con las de años anteriores, cuando rondaban los 4.000 efectivos.
Negociación: ni con ETA ni con sus presos
Ángel Luis de Santos
Ávila- La detención de la presunta etarra Mailen Zuazo Aurrecoechea en Bilbao, sorprendió al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en los cursos de verano que organizan la Universidad Católica de Ávila y LA RAZÓN, donde recibió la llamada del Comisario General de Información de la Policía Nacional, que le puso al corriente de los hechos. «Esto demuestra que no negociamos ni vamos a negociar en ningún momento ni con ETA ni con sus presos y que lo que le espera a la banda terrorista es la disolución incondicional», algo que «vamos a conseguir por las buenas o por las malas». «Cuando digo por las buenas quiero decir que la propia ETA interiorice que ha sido derrotada y anuncie que se disuelve, que entregue sus armas y disolver las estructuras diezmadas y que de forma clandestina aún mantiene vigentes. A continuación, tendrán que responder ante la Justicia de sus delitos. Por las malas nos referimos a que las fuerzas de seguridad les detengan y se disuelva por la fuerza del Estado de Derecho», advirtió el ministro.
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