Castilla y León

OPINIÓN: Memeces sexistas

La Razón
La RazónLa Razón

Arturo Pérez-Reverte ha dedicado varios folios, y algún que otro epíteto, a aclarar lo que algunos políticos y otras feministas han emborronado en un «lenguaje tan rico como el español». Me alegra saber que no estoy solo en este mundo de cursis.
Estoy un poco harto de que se nos tache de machistas cuando utilizamos el masculino genérico. El uso del masculino gramatical tiene que ver con el criterio básico de cualquier lengua: economía y simplificación, dice Pérez-Reverte. Ahora todos tenemos que hablar como el político de turno: jóvenes y jóvenas, estudiantes y estudiantas, miembros y miembras, domingos y domingas, águilas y águilos, ratas y ¿ratos?... Pamplinas. Mi ordenador, que es mucho menos cursi que ellos, me señala con una raya roja todas estas majaderías. Yo sigo en mis trece; aunque seguramente por hablar y escribir así, me tacharán de falócrata como a Miguel Hernández. Sí, porque el poeta era un «falócrata», en sus versos hablaba de leones y bueyes, obviando a las leonas y las bueyas... Utilizaré el femenino -se pongan como se pongan ellas y ellos - únicamente cuando sea necesario, porque, efectivamente, «el uso del masculino genérico no responde a discriminación ninguna, sino a la ley lingüística de la economía expresiva», y como bien dice este miembro de la RAE, «además de una imbecilidad, es incorrecto e innecesario». «Resulta empobrecedor, artificioso y ridículo: diputados y diputadas electos y electas...».
Tendremos que crear una plataforma «Antisandeces sexistas». La lengua sirve para comunicarse, y no es conveniente manipularla. Pero hay quien dice que la lengua ha sido creada por los hombres y sólo por eso hay que cambiarla. Amigas feministas manipuladoras del lenguaje, las palabras no tienen sexo, únicamente tienen género. Se imaginan a alguien hablando así: El periodisto entrevistó al ciclisto… Memeces sexistas. Somos más de dos los que pensamos así.