Las ganancias de la boda del año

Llegó el anuncio del compromiso y con él todo tipo de preguntas y especulaciones. Son muchos los detalles que los británicos quieren saber sobre la boda del príncipe Guillermo y su prometida, Kate Middleton, y uno de los más importantes podría ser desvelado hoy mismo: la fecha del gran día.

La pareja mantuvo ayer una reunión con las dos familias, representantes del Gobierno y la Casa Real, y el hecho de que el heredero al trono vuelva hoy al trabajo con la Real Fuerza Aérea en Gales ha sido interpretado por la Prensa como signo inequívoco de que los puntos más importantes están zanjados. Según «The Daily Telegraph», el día elegido podría comunicarse esta misma mañana. Para saber el escenario se tendría que esperar un poco más. En las casas de apuestas –se juega dinero incluso con el color del tocado que llevará la soberana– destaca la Abadía de Westminster. El lugar podría traer tristes recuerdos para Guillermo, ya que fue allí donde se celebró el funeral de su madre. Pero el príncipe tiene muy claro que no quiere tanta «pompa real» como la que acompañó la boda de sus padres, por lo que la Catedral de St. Paul está descartada según los expertos.

«En el séptimo cielo»
La pareja además es muy consciente de las dificultades económicas que atraviesa el país y no quiere derroches. El Gobierno acaba de anunciar el plan de recortes más drástico desde la Segunda Guerra Mundial y, una vez pasada la euforia del martes, muchos se preguntan ahora cuánto le costará al ciudadano de a pie el enlace. Los optimistas lo miran desde otro prisma. Según Neil Saunders, director de consultoría de Verdict, el gran día reportará a la economía británica unos 730 millones de euros. Los expertos calculan que los comercios minoristas ingresarán entre 13 y 21 millones de euros. Los souvenirs no se han hecho esperar. Además de los platos que ayer decoraban los escaparates de las tiendas, Asda, el segundo grupo de supermercados de Reino Unido, también empezó a vender una taza de 5,69 euros con la cara de los novios.

Aunque son conscientes de que se han convertido en el centro de todas las miradas y el objetivo indiscutible de los fotógrafos, la pareja se siente «en el séptimo cielo». Así lo confirmó ayer un portavoz del Palacio de St. James: «Están disfrutando de este momento tan feliz. Ahora pueden hablar abiertamente del tema con sus amigos y familiares y mostrar su relación en público». El portavoz matizó que se estaban discutiendo todas las opciones y que, desde el primer momento, el príncipe ha querido que la familia Middleton esté muy implicada. Uno de los puntos que más interesa es quién diseñará el vestido de la novia. La Prensa ofrecía ayer infinidad de propuestas para la prometida. Los que la conocen aseguran que será algo elegante y sencillo, nada que ver con el vestido que lució Lady Di hace 30 años.

El anillo más solicitado
El anillo de compromiso de Kate, el mismo que hace 30 años usó Lady Di, se ha convertido en el más deseado. Los teléfonos de Natural Sapphire, una joyería de Nueva York, no han cesado de sonar. Todo el mundo quiere réplicas del anillo de oro blanco con diamantes y zafiro de 18 quilates. La compañía suele hacer entre cinco y diez sortijas al día, pero el mismo martes comenzó la producción de unas 30. La réplica puede costar entre 1.000 y 2.500 dólares.