Copa del Rey

Barcelona

El culpable por Julián García Candau

La Razón
La RazónLa Razón

José Mourinho tiene como norma huir del fútbol para convertir las derrotas en polémicas insufribles. Otra vez, el Real Madrid ha sido incapaz de eliminar al Barcelona y, ante la frustración, Mourinho y sus turiferarios cargan contra el árbitro. Es el modo de ocultar la realidad de los hechos. Teixeira Vitienes F. no hizo un arbitraje perfecto, pero tampoco se puede argüir que perjudicara al Madrid. Se equivocó para ambos. La eliminación no ha sido cosa suya, sino de Mourinho, que perdió los papeles en el partido de ida. La mala alineación, el planteamiento erróneo, que privó a su equipo de practicar el buen fútbol del que es capaz, condicionó la eliminación. El Madrid no cayó en el Camp Nou por el arbitraje, sino por el planteamiento del Santiago Bernabéu, donde jugó como un equipo mediocre pendiente del Barça y no de sus cualidades. Prueba evidente fue el buen juego desarrollado en Barcelona. Por una vez, Mourinho creyó que se pueda ganar sin recurrir al músculo.

A los madridistas, lógicamente, les ha quedado mal cuerpo viendo cómo derrotar al Barcelona es posible siempre que se juegue de igual a igual y pretendiendo poseer el balón para desactivar al adversario. En realidad sucede que al entrenador madridista no le gustan finos estilistas como Özil o Granero. Prefiere a duros fajadores. Como ha hecho por donde ha pasado.

Siguiendo su método socrático: ¿por qué jugó Pepe de centrocampista en el Bernabéu? ¿Por qué no fue titular Özil? ¿Por qué alinea a Coentrao por Marcelo? ¿Por qué resucitó a Carvalho?

Posdata. ¿Por qué Luis Suárez sospecha que Mourinho está preparando su salida?