«Eclipse»: Acércate que no muerdo

Si alguien tenía aún dudas, ya hay datos que lo confirman: la saga «Crepúsculo» se ha convertido en un fenómeno a escala global como demuestran las cifras de estreno, el pasado miércoles, de la tercera parte de esta historia de vampiros adolescentes. Es, por ejemplo, el pase nocturno más taquillero de la historia de Estados Unidos, al recaudar más de 30 millones de dólares en su primera noche. Con las entradas agotadas en muchas salas, también llegaba ese mismo día «Eclipse» a los cines españoles: 1,3 millones de euros obtuvo de «fans», a quienes se les incluyó en la velada maratones con las dos entregas anteriores. La fiebre por estos seres sobrenaturales, que, tras celebrar su graduación luchan a muerte por el corazón de una (todavía) humana, no ha bajado, pues, ni una décima.

Aunque los actores han crecido, eso no impide que el triángulo amoroso entre los protagonistas siga manteniendo una tensión erótica «interruptus» en ascenso. Kristen Stewart, humana de momento, mantiene su indecisión entre Robert Pattinson, un vampiro casto de sangre fría, y Taylor Lautner, un hombre lobo cargado de músculos. «La relación entre Edward y Bella se rige por el modelo victoriano; trato de explicar que el chico es muy romántico, pero no quiere acostarse con ella, y me parece muy bien transmitir esa idea de pureza hoy en día, porque la mujer, las chicas, están muy sexualizadas», asegura David Slade, director de esta entrega. «La película está llena de oscuridad, de pasión, y posee mucha acción. Es la más oscura y madura», dice el director.

Fan de «El orfanato»
Slade aporta su experiencia en historias de vampiros (fue director de «30 días de oscuridad») y su manejo de las situaciones de tensión y de los tiempos (dirigió «Hard candy»), aunque confesaba en Madrid que «nunca eres libre para rodar un filme. A mí me han dejado dar mi propia visión, y eso ya es una oportunidad». «He intentado hacerla tan realista como me ha sido posible y también integrar en la trama la acción, pero no he querido tomar como referentes las anteriores películas». «Eclipse» incluye también una mayor cantidad cantidad de efectos especiales que supusieron casi un año de trabajo de post producción: «Pero las peleas están grabadas en una sola toma. Los tiempos de rodaje eran muy justos», explica Slade. Para dirigir «Crepúsculo» había rumores que apuntaban al español J. Bayona: «Me gusta mucho su trabajo. Ví "El orfanato"y me entusiasmó. También sigo el de Guillermo del Toro y me habría encantado saber qué habrían hecho ellos con ‘‘Eclipse''».

En cuanto a la trama, esta vez, Edward y su amada Bella, interpretada por Kristen Stewart, están comprometidos, pero Jacob, el atractivo hombre lobo, se interpone en el camino. «Bella está luchando con esta decisión porque ellos son de mundos completamente diferentes», explica Stewart, mientras Robert Pattinson, que encarna al vampiro, corrobora: «Kristen se parece más a Bella que yo a Edward. Pero no es la Bella que imaginé al leer los libros, en los que se presenta más como una "dama en peligro". Kristen es mucho más fuerte, cosa que me agrada». Según Pattinson, la química en pantalla también ha subido: «Trabajo constantemente en el personaje y he sentido que las escenas juntos han salido de forma mucho más natural que antes. Nos ha costado, porque su manera de trabajar es totalmente distinta a la mía. Ella es mucho más sensible y cerebral».

Así que la factoría «Crepúsculo» sigue el rastro a una historia de amor llena de indecisiones que tanto apasiona a su ejército de «fans». «Ya no nos sentimos intimidados por el fenómeno, aunque hemos pasado en unos meses de ser gente normal a personas que todo el mundo reconoce y grita», comenta Pattinson.

Más millones
La tercera entrega de la historia creada por Stephanie Meyer está llamada a batir todos los récords. Algunas previsiones apuntan que en su primer fin de semana podría superar una taquilla de 150 millones de dólares, teniendo en cuenta los datos de su predecesora, «Luna nueva», que alcanzó una taquilla total de 296 millones. El negocio mundial de la segunda superó los 700 millones de dólares, de los que casi la mitad se originaron en Estados Unidos. La original, «Crepúsculo», que debutó en noviembre de 2008, ingresó en su estreno 69 millones y recaudó 192 en el mercado doméstico. De momento, en Estados Unidos, más de 4.000 pantallas saludan a esta nueva película.

En el caso español, su arranque ha sido el cuarto mejor de la historia en un miércoles, por delante de las tres partes de «El Señor de los Anillos», «Shrek 2» o «Spider-Man 2». Los 1,6 millones del primer día superan en casi un 52 por ciento la recaudación de «Luna nueva» en dos sesiones (587.500 euros). Con estos datos, no es de extrañar que los productores ya hayan pensado en alargar la historia. Si hasta ahora cada libro de Stephanie Meyers había tenido reflejo en una película, el cuarto y último servirá para hacer dos que pongan final a la serie. «Amanecer» («Breakind down» en inglés) llegará en 2011, pero ya circulan algunos tráiler falsos y cientos de rumores sobre las dudas de Bella y sus preparativos para su nueva vida como vampiro. La historia de estos chupadores de sangre ha sido editada en más de 50 países y ha superado los 100 millones de ejemplares vendidos en todo el mundo.

Y con el cuarto libro no acaba el asunto. Porque Meyers publicó este año «La segunda vida de Bree Tanner», sobre una pequeña vampiro que aparece por primera vez en «Eclipse» y que presencia la lucha entre clanes rivales. Meyers, por cierto, participó en la adaptación del guión de «Crepúsculo»: «Hay muchísima información de Victoria, Riley y Bree que no estaba en el libro. Mientras trabajábamos en el texto, incluimos mucho de esa historia que nadie conoce, ya que no figura en la novela. Disfruté con ello y me alegro de que haber incluido esos datos para que la gente pueda ver algo del trasfondo que estaba sucediendo y del que Bella no era consciente», apunta enigmática la escritora, orgullosa de su romántica fábrica de pasión adolescente.


No a Google
Ashley Greene y Xavier Samuel (Alice y Riley en la película) pasaron por España con la gira de promoción de «Eclipse» como dos chicos de vacaciones. Entrevistas rápidas y una premiere multitudinaria les esperaban con todas esas cosas agridulces del «fenómeno fan». Porque a las estrellas hay cosas que no les gustan. «Nunca tecleo mi nombre en Google. Me parece raro ver lo que se escribe de mí, eso se lo dejo a mi madre, para que luego me cuenta las cosas buenas nada más», decía Greene, a la que saludan 19 millones de entradas en el buscador. «Es increíble la pasión que generan estos personajes», comentó. Samuel tampoco comprende algunas cosas, como que gente «acampe para conseguir una entrada»; al fin y al cabo, el sólo ha sentido esa pasión «por un jugador de fútbol australiano».