Banco Popular

ANÁLISIS: Un alivio por Francisco de la Torre

La Razón
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- ¿La venta de Loterías hubiera supuesto un alivio para las deficitarias arcas del Estado?
Dependería del precio en que se hubiese vendido. Si fuese, como parece que iba a ser, muy inferior a cualquier valoración objetiva, lo razonable es que la diferencia entre la valoración y el precio se hubiese considerado déficit del ejercicio 2011. Si Loterías estaba valorada en 30.000 millones, por el 30% se debía obtener unos 9.000 millones, si se hubiesen obtenido no más de 6.000 millones, lo razonable es reconocer la diferencia, más de 3.000 millones como del déficit del año. Independientemente de la contabilidad, renunciar a 900 millones al año que obtenía el Estado por seis o siete mil millones ahora era un disparate: pan para hoy y hambre para mañana, pero poco pan y mucha hambre.

- ¿La paralización de la venta ha sido positiva o negativa?
Ha sido muy conveniente porque el precio que se podía obtener era muy bajo. Además, no tenía ningún sentido que un Gobierno pendiente del resultado de las elecciones en menos de dos meses decidiese una cuestión no urgente, y con efectos probablemente irreversibles.

- ¿Por qué no era el momento oportuno para vender la LAE?
No sólo por las graves turbulencias de los mercados financieros que rebajaban la valoración de la empresa que se vendía, sino también por la falta de legitimidad del Gobierno para realizar esta operación en periodo pre electoral.

- ¿Qué factores han influido para que el precio fuera tan bajo?
En primer lugar, la inestabilidad de los mercados. En segundo, la alta probabilidad de que un nuevo Gobierno cambiase la regulación y eso perjudicase a los accionistas de Loterías. Por último, que los bancos colocadores estaban perjudicando sus posibilidades de colocación de sus propios activos financieros: depósitos, pagarés y sobre todo eventuales ampliaciones de capital. Aunque los bancos colocadores saben que el Estado si no coloca Lotería emitirá deuda por 7.000 millones, prefieren que emita deuda. El comprador de deuda no les va a comprar pagarés ni acciones. El comprador de acciones de Lotería, sí.

Francisco de la Torre Díaz.
Portavoz de la Organización Profes