OPINIÓN: Feudo valiente

Apesar del juicio paralelo y mediático, el PSOE puede salir trasquilado en la Comunidad Valenciana. Más, aún, de lo que ya está. La respuesta popular en el aniversario de los siete años de Gobierno revela que Camps puede incrementar su victoria electoral. Es lo que se llama, en política, un efecto rebote. Tantos ataques por el asuntillo de los trajes enojan a los ciudadanos y enrocan su voto, con la percepción clara de una doble vara de medir.Nos es fácil entender el linchamiento hacia el presidente valenciano, mientras se va de rositas Manuel Chaves con sus subvenciones paternas. Las presuntas irregularidades en la derecha son siempre feroces. Mientras, en la izquierda existe una especie de bula. La derecha aparece, por norma, corrupta. La izquierda, inmune. Es por ello meritorio el apoyo que los paisanos de Camps le tributan en este momento, cuando las encuestas le auguran un magnífico resultado y el PSPV casi ni existe.

En Valencia, las malas artes pretenden imponerse ante las urnas. Se prevé mucho juego sucio con el intento de hurgar en la herida de un distanciamiento entre Génova y la Generalitat. Rajoy y el PP no deben caer en ese cainismo, porque algo es evidente: es un granero de votos y un feudo poderoso. Pero, sobre todo, un feudo valiente, crecido en la adversidad.