Europa
La esperanza de vida manda
En Italia los hombres se jubilaban cinco años más tarde que las mujeres: ellos, a los 65 y ellas, a los 60. Esta situación cambiará en los próximos años, pues el Gobierno ha puesto en marcha una reforma que prevé el retraso de la edad de retiro de acuerdo al aumento de la esperanza de vida.
La primera actualización, que se realizará en 2015, hará que los trabajadores italianos se jubilen tres meses más tarde. En 2019 llegará el segundo aumento y, a partir de ahí, la actualización se llevará a cabo cada tres años. Italia también deberá más pronto que tarde igualar la edad de jubilación entre los dos sexos. La UE ha realizado varias advertencias al Gobierno de Berlusconi en este sentido. El Ejecutivo podría implantar la igualdad primero entre los funcionarios y pasar luego al sector privado, aunque hasta ahora no se ha atrevido a llevar a cabo esta reforma por el gran desgaste político que supondría. Para poder recibir la pensión, un trabajador italiano tiene que haber cotizado entre 35 y 40 años, según los casos, a la seguridad social. Los autónomos son los que pueden abandonar antes su empleo mientras que a los trabajadores por cuenta ajena les toca llegar a las cuatro décadas de cotizaciones. A diferencia de otras naciones europeas, Italia cuenta con pensiones mínimas pero no máximas, quedando éstas en el 80% del salario cotizado. Los jubilados italianos soportan uno de los regímenes fiscales más duros de Europa. Pagan un 15% más de impuestos que en Francia, Alemania y España.
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