Granada
Rubalcaba dice ahora que su «amigo» Griñán lo apoyó antes del Comité
Con el resultado de las últimas elecciones municipales aún por digerir, más de un millar de militantes del PSOE-A, entre los que se encontraban los principales cuadros del partido, mantuvieron ayer un encuentro con el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Se trata de la primera de las citas con las que el principal –y único, de momento– candidato socialista a relevar a José Luis Rodríguez Zapatero quiere recabar el apoyo del partido. El lugar elegido fue el hotel Renacimiento de Sevilla, un sitio que quiere convertirse en un símbolo del resurgir del socialismo andaluz tras el durísimo varapalo recibido en las urnas. Una realidad que Rubalcaba no acabó de reconocer, ya que ayer aseguró que llegaba a la capital hispalense para tomar la «fuerza del sur». Una fuerza que según él hace del PSOE-A la federación «más importante del partido» y que quiere que le preste para poder hacer frente a la difícil sucesión de Zapatero en Madrid. El encuentro comenzó con retraso, ya que Rubalcaba y el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, mantuvieron una reunión en el Palacio de San Telmo para aunar posturas ante la «crisis del pepino».
Pese al apoyo tácito de Griñán a Carme Chacón en la campaña electoral, ayer todo fue aparente sintonía. Rubalcaba remarcó la buena relación existente entre él y los dirigentes andaluces. «Me siento muy querido y muy bien tratado», aseguró el diputado por Cádiz, que desveló que tomó la decisión de dar el paso hacia la candidatura de las elecciones generales en tierras andaluzas. Lo hizo en Granada, lugar en el que «comencé a fraguar mi decisión», comentó, a la par que quiso resaltar la cercanía que le une a Griñán. Preguntado por si se había sentido decepcionado con la actitud del presidente autonómico, declaró que antes de la celebración del Comité Federal éste fue una de las pocas personas a las que le comentó que tenía intención de pugnar la candidatura socialista. En este sentido, pidió perdón ante los periodistas por «desvelar una conversación privada» entre ambos. «Siempre lo hemos tenido claro», aseveró Rubalcaba, quien afirmó que «con uno de los que hablé fue con Griñán en sus tres condiciones: como secretario general del PSOE-A, como presidente de la Junta y como amigo personal».
Sus palabras resonaron en el complejo hotelero mientras de fondo sonaban las bocinas de un grupo de funcionarios de la Administración andaluza que se manifestaban contra la reforma del sector público de la comunidad. Una de las decisiones más controvertidas del Gobierno andaluz y que está detrás de parte del fracaso socialista en las municipales. Se trata de uno más de los problemas a los que se ha tenido que enfrentar en el PSOE, junto con la trama de los ERE fraudulentos, dos realidades que el PP-A ha utilizado como mecanismo de degaste socialista con éxito. El 22-M, por primera vez en la historia el PP superó al PSOE en votos, más de 290.000 de ventaja.
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