Actualidad
Vinos con el alma del terruño
Ya en tiempos antes de Cristo, Epicuro lo promulgó como parte de su filosofía: «Goza inteligentemente de los placeres de la mesa». Y es que los grandes deleites de la vida suelen surgir en torno a la comida, especialmente cuando ésta aúna el binomio mágico: recetas de calidad y un vino especial que acompañe a los platos. Se trata de la fórmula idónea para enamorar no sólo al estómago sino también al alma. Con este lema por bandera, y como colofón final para despedir el año, las bodegas vallisoletanas Abadía Retuerta presentaron en el restaurante madrileño de Ramón Freixa –que cuenta con dos estrellas Michelin y acaba de ser galardonado con tres soles Repsol– los cuatro mejores vinos de pago de su historia, todos fruto de la excelente añada de 2009. El chef catalán preparó algunos de sus mejores platos para acompañar los caldos de esta bodega que ha alcanzado la madurez tras veinte años de trabajo intentando imprimir a sus cosechas lo mejor de la tierra del Valle del Duero. ¿El resultado? Vinos nobles de elegante gusto que dejan en el paladar el mejor sabor del «terroir» (terruño).
Nobleza en cada trago
Como clara muestra de estas cualidades destaca el Pago de Negralada 2009, que acompañó un exquisito aperitivo elaborado en los fogones de Freixa: el «big duck», una hamburguesa de pato, helado de mostaza verde y queso de Idiazábal que permite, servido en pequeñas bolas, que la sorpresa forme parte de la degustación cuando la mostaza consigue aliviar la aspereza de la carne de pato.
Pero si se trata de vestir el paladar de elegancia, lo mejor es saborear el delicado mero al horno que el chef prepara con puerros y patatas rotas, una receta que mejora con el trago balsámico del Pago Garduña 2009, un vino elaborado exclusivamente con la variedad de uva Syrah, que en anteriores añadas llegó a obtener hasta 94 puntos en la revista americana «Wine Spectator». Tampoco tiene desperdicio el Pago de Valdebellón 2009, cuyo color rojo intenso tiñe la perdiz en escabeche (elaborada bajo un velo vegetal) que Freixa sirve entre el aperitivo y la receta de pescado.
Pero la joya entre las joyas es el Petit Verdot, elaborado al 100% con esta uva que suele emplearse en pequeñas cantidades para aportar nervio a otras variedades. Un exótico caldo que marida a la perfección con el cochinillo con coca de chicharrones, piquillos y tomates amarillos del chef catalán. Sin duda, una propuesta a considerar para digerir los copiosos menús navideños.
El sabor del buen trabajo
Han pasado veinte años desde que plantaron las primeras cepas en Sardón de Duero, donde se ubica Abadía Retuerta y la bodega, dirigida por Enrique Valero y orquestada por el enólogo Ángel Anocíbar, se ha hecho con numerosos premios internacionales. Su lema «a un vino no lo hace grande una añada, sino toda una trayectoria» es la expresión de su esfuerzo constante.
✕
Accede a tu cuenta para comentar