Badajoz

El PP duplica su mayor distancia con el PSOE

Estas municipales marcan un hito comparable al que en su día representaron las del 95, prólogo de la primera victoria del PP en unas generales. El 27 de mayo de 2007 las elecciones municipales apenas cambiaron de pauta con respecto a todas las convocadas desde las del 95: el PP consiguió el 35,6 por ciento de los votos –nueve décimas más que en 2003– y el PSOE, el 34,8 por ciento –una décima más–.

La Razón
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Anoche, los de Rajoy obtuvieron una nueva ventaja histórica sobre el PSOE tanto en número de concejales como en porcentaje de voto, casi duplicando su mayor distancia con los socialistas, el citado referente del 95. Entonces les sacaron cuatro puntos y medio, ahora llegan a diez. Con la práctica totalidad del voto escrutado, el PP conseguía 5.000 concejales más que los socialistas. Además de ganar en el análisis cuantitativo también ha conseguido algunos de los objetivos simbólicos que se habían marcado. 

Por un lado se convierten en llave del Ayuntamiento de Barcelona, donde podría facilitarle el gobierno a CiU. El convergente XavierTrías se apunta como vencedor y tiene en su mano suceder al alcalde Jordi Hereu (PSC) negociando en coalición tanto con socialistas como con populares. En Extremadura, el PP gana por mayoría absoluta en Cáceres, Badajoz y Plasencia, entre otras. En Zaragoza gana el PP, pero el socialista Belloch podría seguir gobernando si pacta con Cha e IU.

En Andalucía, donde no se han celebrado autonómicas, el PP barre en todas las capitales de provincia y desde el 22 de mayo es el partido más votado en ese bastión socialista, rompiendo así una inercia de más de treinta años. La batalla más reñida ha estado en la capital hispalense, plaza fuerte del PSOE durante toda la época democrática, pero que también al final da un vuelco y queda en manos del popular Juan Ignacio Zoido. Los comicios del domingo han sido, además, el primer paso para la reordenación del espacio político nacionalista. La irrupción de Bildu mete también en escena el fantasma del pacto PSE-PNV y retrotrae al mapa del año 99, en pleno apogeo de la tregua que ETA pactó con el PNV. Gana el nacionalismo y pierde el constitucionalismo.