Garzelli se exhibe en la cronoescalada y Arroyo conserva el rosa

El Giro ha recuperado las carreteras antiguas, caminos cuesta arriba y sin asfaltar en los que a los ciclistas les cuesta avanzar. Clavados en la gravilla, cada pedalada es un enorme esfuerzo sobrehumano que exige inmediatamente otro de la misma intensidad.

El Giro vuelve a los viejos tiempos y los viejos vuelven con ellos. Como Garzelli, el ve- terano ciclista de 36 años que se impuso ayer en la cima de Plan de Corones después de una cronoescalada corta –no alcanzaba los 13 kilómetros– y muy exigente. Le aguantó Evans, a 42 segundos, y los ita- lianos de siempre: Basso, Nibali y Scarponi, a poco más de un minuto. Se derrumbó Sastre, a 2:30, y David Arroyo, que perdió 2:16, conserva un día más la «maglia rosa».