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Julián López «El Juli» / Matador de toros: «Nos iría mucho mejor si fuéramos independientes»
A primeros de año se le dio voz al secreto que había circulado durante todo el invierno. Los toreros reclamarían sus derechos de imagen a través de una empresa especializada. A partir de ahí, y con la confección de las primeras ferias, comenzó a cambiar el panorama. Juli, Morante y Perera fuera de Fallas; Juli y Perera fuera de Sevilla. Juli fuera de Madrid. Con la noticia florecieron las desavenencias entre ambas partes. LA RAZÓN se puso en contacto ayer con el torero. En esta ocasión, la polémica no está en el ruedo, se queda en la antesala de los despachos.
–No sé si este año será el más difícil, pero sí el más polémico.
–Es una situación rara y anómala, porque durante mi trayectoria me he caracterizado por ir a todas las plazas y dar la cara. Este año soy el mismo, pido lo mismo, en unas plazas toreo y en otras no.
–Se ha hablado mucho y por ambas partes de la ausencia de San Isidro. ¿Qué ha ocurrido?
–Después de haber llegado a un acuerdo y estar las cosas cerradas, esta semana han querido cambiar las condiciones y era inaceptable.
–Entonces, ¿podemos afirmar que ha sido por desavenencias económicas?
–Me quedo fuera porque no ha habido acuerdo. La carta de Roberto (su apoderado) resume todo lo que ha pasado. Llevo con los mismos honorarios en Madrid desde hace diez años, salvo en tres festejos puntuales: Beneficencia del año pasado, la sustitución de José Tomás y cuando toreé los seis toros gratis. El resto, que habrán sido unas 20 tardes, siempre igual. Yo no he cambiado nada.
–Su apoderado manifestó que se esperaban este desenlace.
–Tengo la mismas pretensiones, soy el mismo, y este año estoy fuera de Castellón, Valencia, Sevilla, Arles y Madrid. Algo ha pasado, ¿no? Me imagino que no es producto de la casualidad. Me puedo quedar fuera de una feria o tener menos interés en alguna... Pero no he subido un ápice los honorarios.
–Los paquetes que vende All Sports Media para las ferias incluyen un bloque de toreros. La idea inicial, ¿era evitar que hubiera cabezas de turco?
–Los toreros lo primero que hemos hecho es respetar los contratos televisivos, aunque la empresa hubiera llegado a un acuerdo sin contar con nosotros. Hemos creído que la solución era ésta.
–¿Creía que le iba a costar quedarse fuera de tantas ferias?
–Nunca pensé que llegaríamos a esta situación. Es muy negativo todo esto para la afición y está claro que algunos toreros hemos tenido que sacrificar nuestros puestos.
–Normalmente, los toreros que se han quedado fuera han sido los de apoderado independiente.
–El precio de la independencia es más caro que nunca. Y no es justo porque se debe reflejar en el ruedo lo que allí ha ocurrido antes. Ser torero es ser libre y jugarse la vida por unos principios, por una vocación. El beneficio de estar amparado por el sistema no entra en mi idea. Si todos los toreros fueran independientes, las cosas hubieran salido de otra manera, porque hay muchos conflictos de intereses y cada uno debe defender su territorio.
–Pero, ¿la unión del G10 no se mantiene en los despachos?
–Los toreros del G10 decidimos que no era bueno interferir en la contratación de otro, pensando en el mercado libre y que cada uno tuviera lo que se ha ganado en la plaza. En ese sentido, no hemos tenido la unión que han tenido en otros sectores, ese corporativismo. Por eso, se ha podido debilitar y se han tomado represalias con algunos toreros.
–Entonces...
–Bueno, yo tengo claro que el toreo tiene que ser independiente y dueño de su destino y de su carrera y torear donde considere. Te juegas la vida y debes decidir. No tengo ninguna duda de que si los toreros siguiéramos la línea independiente habría menos conflictos y menos intereses. Y la Fiesta saldría beneficiada.
–¿Y el sistema empresarial cómo está?
–Más unido que nunca.
–Sobre el tema de los derechos de imagen, hay muchas dudas. ¿Quieren televisión o no?
–Claro que queremos televisión. Sabemos que es el futuro y que sin televisión no existimos. Nos gustaría ampliar el mercado televisivo, pero ser dueños de nuestra imagen.
–¿Ampliar mercado televisivo? De momento, no hay nadie interesado.
–La idea es trabajar en ese camino, pero es un proyecto a largo plazo.
–Todavía no está claro que San Isidro vaya a ser televisado.
–El problema no va a ser de los toreros, la actitud va a ser favorable.
–A pesar de que estuvieron mucho tiempo labrando este tema en la sombra, dio la sensación de que se desarrolló todo con poco tiempo para hacer Fallas.
-No causaba tantas dificultades, porque Simón Casas sabía lo que queríamos. Él era parte de esa imagen que se quería dar.
–Siendo honesto, ¿cree que son viables las cuentas de una feria con esos derechos de imagen?
–La diferencia es el reparto. Que el torero reciba lo que genera.
–Hay empresarios que, en esa misma línea, abogan por que los honorarios de los toreros vayan en consonancia a la taquilla.
–Si quieren cambiar la estructura del toreo me parece bien, pero tiene que ser de manera radical. Si los toreros tiran del abono debería tenerse en cuenta también. Hay muchos matices.
–¿Cree que ha habido errores en la gestión de los derechos?
–Según está la situación es difícil salir victorioso. Hemos intentado hacerlo para solucionar un tema y ha habido muchas consecuencias.
–¿Ha ido a la guerra y le ha salido caro?
–Yo no me he metido en ninguna guerra. Nos hemos metido 10 toreros con el mismo peso, la misma voz y el mismo voto. Mi flexibilidad para contratarme es absoluta. Pido lo mismo que antes y entonces sí había acuerdo.
–Además de esta polémica, hay cosas en el toreo que están muy debilitadas.
–Hay mucho camino por recorrer. Se están haciendo cosas y queremos hacer muchas más.
–Su idea, este año, ¿es reducir el número de festejos?
–Sí. No se le puede dar la espalda a la crisis. La gente mide más y hay que apostar por la calidad frente a la cantidad.
–¿El número perfecto?
–Unas 30-40 corridas. Pero sin rehuir las plazas importantes. Iré donde me traten bien.
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