Banco Santander

Reyal Urbis en preconcurso con 4535 millones de deuda

La compañía tiene cuatro meses para renegociarla

La Razón
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MADRID- Otro gigante del ladrillo con pies de barro amenaza con desmoronarse. La inmobiliaria Reyal Urbis comunicó ayer a la CNMV que ha solicitado preconcurso de acreedores para intentar renegociar con sus entidades financieras acreedoras lo que les adeuda, que asciende a algo más de 3.795 millones de euros. Con este paso, a partir de ahora dispone de cuatro meses para alcanzar un acuerdo. De no hacerlo, protagonizaría la segunda mayor quiebra de la historia de España tras la de Martinsa-Fadesa, que se declaró insolvente con un pasivo de 7.200 millones de euros.

La compañía que preside Rafael Santamaría –también accionista mayoritario, con el 70% del capital– inició hace un año un nuevo proceso de refinanciación, el tercero desde que comenzó la crisis, de un crédito sindicado con sus bancos por valor de 2.975 millones en el que se estableció un exigente calendario de pagos. El año próximo tenía que hacer frente a un primer plazo de 805 millones, aunque el ejercicio más exigente era 2015, con unos compromisos de pago de 1.352 millones de euros.

Sin embargo, el empeoramiento del sector inmobiliario ha convertido en papel mojado tales compromisos y ha golpeado las cuentas de la inmobiliaria con fuerza. En los seis primeros meses del año, Reyal Urbis, que cuenta con una plantilla de 470 trabajadores, perdió 211,3 millones de euros, un 30% más que en el mismo periodo de 2011. Su cifra de negocio se redujo hasta los 51 millones de euros.

Estos resultados la han empujado a una situación patrimonial insostenible. A 30 de junio, su pasivo total ascendía a 4.535 millones de euros –3.795 son deudas con la banca–, mientras que sus activos tenían un valor de 3.617,7, millones, lo que arroja un agujero patrimonial de 917,3 millones.

Banco Santander, con 450 millones de euros, es el principal acreedor de la inmobiliaria. A Bankia le adeuda otros 400 millones. Entre las cuarenta entidades a las que debe dinero se encuentran BBVA, Barclays, Banco Popular o Banco Sabadell.

Tras el anuncio, las acciones de la compañía se desplomaron un 21,64% en Bolsa. Los títulos de la sociedad cerraron a 0,105 euros.