Actualidad

Sarkozy ante sus últimas elecciones

Sarkozy ante sus últimas elecciones
Sarkozy ante sus últimas eleccioneslarazon

PARÍS- O todo o nada. La apuesta de Nicolas Sarkozy es tan categórica como arriesgada a sólo 45 días de la primera vuelta de las elecciones a la Presidencia de Francia. Con todos los sondeos en contra –y a favor del socialista François Hollande– el candidato presidente confirmó ayer en una televisión francesa que dejará la política si no es reelegido el próximo 6 de mayo.

«Si los franceses no me otorgan su confianza, ¿cree de veras que debería continuar en la vida política? La respuesta es no», asestó al entrevistador en respuesta a la pregunta de una oyente curiosa de conocer el futuro del líder francés en caso de derrota. Una manera también de decir que el poder sólo le interesa para ejercerlo y hacer callar así a quienes lo acusan de querer aferrarse a él por todos los medios.

Sarkozy, sin embargo, no se da por vencido y cuenta con el mes y medio de campaña que aún le resta para tomar el impulso que hasta ahora no ha logrado dar a su candidatura. «Lo que le digo a los franceses es que voy a luchar con todas mis fuerzas por vuestra confianza, para protegeros, conduciros y para hacer fuerte a Francia. Pero si vuestra elección es diferente, me inclinaré», confesó el gobernante de 57 años, que en los últimos 35 ha estado enrolado en la política. «Habré tenido una hermosa carrera», zanjó Sarkozy, sin desvelar a qué se dedicará si no revalida la victoria. «No sé qué haré», dijo en televisión.

Abogado de profesión, en cualquier caso, no tiene previsto mantenerse en la escena pública. «Cambiaré de vida. No volveréis a oír hablar de mí», relataba en tono confidencial el presidente galo a un grupo de periodistas el pasado enero durante un viaje a la Guyana francesa. De ahí la sorpresa relativa del anuncio de ayer. Un anuncio, sin embargo, de doble filo porque haciendo pública su decisión de decir adiós a la política si no gana las elecciones se expone a un riesgo, igualmente doble: que sus partidarios, alentados, se precipiten a las urnas con la misma voracidad que los anti sarkozystas, deseosos, éstos, de ver al actual jefe del Estado fuera del mapa político.

Mientras, la primera dama, Carla Bruni, afirmó que su marido se entrega tan a fondo a su trabajo que ella llega a temer por su salud o, incluso, que «se muera». «Tiene un sentido del deber inimaginable. Trabaja todo el tiempo. Poca gente tiene su fuerza. No todo el mundo lo ha hecho así ni puede que lo haga», dijo a France 5.
En el bando contrario, su rival socialista, François Hollande, no se plantea tal tesitura. «En lo que a mí respecta, mi vida está al servicio de los ciudadanos y ahí continuaré de una manera u otra, si no soy elegido», replicó el aspirante del Partido Socialista, que no dudó en acusar a su contrincante de cierto narcisismo al querer reducir la elección a su persona. «Yo no hago de esto una especie de proclamación, de exhibición personal. Lo que se decide no es mi futuro, sino el de Francia», remachó. Desde que se declaró candidato a mediados de febrero, Nicolas Sarkozy no ha logrado igualar en intención de voto a su rival socialista, que ronda el 30%. La ventaja de Hollande oscila entre los dos y los siete puntos, según las últimas encuestas publicadas este mes.

El tacticismo del presidente
Golpes tácticos como el anuncio de ayer, además del constante giro a la derecha de su discurso, parecen ser el último recurso del dirigente conservador para tratar de consolidar sus votos y arañar los que pueda a la ultraderecha de Marine Le Pen, estancada en el 15% en los sondeos.

Si en las próximas semanas, «Sarko» no consigue colocarse en cabeza y liderar la primera ronda a finales de abril, las posibilidades de vencer serán exiguas. Casi imposibles, reconocen sus allegados, que depositan sus esperanzas en el multitudinario mitin del próximo domingo en Villepinte. Allí volverá a desenfundar las medidas para frenar la inmigración, anunciadas esta semana, esperando así que el argumento le resulte tan rentable como ocurrió en las presidenciales de 2007.

 

¿Qué hicieron otros presidentes?
V. Giscard d'Estaing
El incombustible
El ex presidente galo, derrotado en 1981 por François Mitterrand, nunca ha dejado la política. Presidente regional hasta 2004, sigue, a sus 86 años, ocupando un sillón en el Consejo Constitucional.

José María Aznar
Un perfil internacional
Cuando el ex presidente Aznar terminó su segundo mandato, comenzó a dar clases en la Universidad de Georgetown y pasó a formar parte de la directiva de News Corporation. Además es presidente de FAES.

Gerhard Schröder
Fichaje por Gazprom
Schröder empezó en política a los 14 años y ostentó a la Cancillería alemana de 1998 a 2005, año en el que también se presentó a la reelección sin suerte. Tras la victoria de Merkel, fichó por Gazprom y se dedica, además, a la abogacía.

Vladimir Putin
El eterno presidente

Fue presidente de Rusia desde 1999 a 2008, cuando pasó a ser primer ministro. Hace una semana recuperó la Presidencia en unas elecciones marcadas por el fraude. Podrá mantenerse en el cargo hasta 2024.