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Niñas engañadas

La Razón
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Desde muy pequeñas comienzan a caer en las redes de las enfermedades relacionadas con la comida. Anoréxicas o bulímicas con siete años. ¿Cómo es posible? Se lo pregunto a mi hija y ella me explica: «Verás, mamá, muchas niñas quieren ser modelos o cosas así. Cosas que vemos en la tele, en los anuncios, en internet. Tú ya sabes que los ojos tienen muchas formas de ver lo mismo. Así que si una niña se mira al espejo y se ve gorda eso se le mete en la cabeza. Se mira al día siguiente y vuelve a verse gorda. Se mira cada vez más a menudo y cada vez se ve más gorda. Entonces se mete los dedos. Pero no es una enfermedad del cuerpo, es de la cabeza. La cabeza la está engañando». Le pregunto entonces por qué quieren estar tan delgadas todas. «Porque nos comparamos, todas queremos pesar menos y ser más guapas. Es como los anuncios, una mentira». Y cuando me dice que es una mentira, comprendo que lo comprende y siento alivio. Comprendo que este modelo de sociedad está engañando a sus niñas, que les está transmitiendo valores frívolos e imposibles que acaban enfermándolas: tienes que ser preciosa, con buenas tetas, muy delgada y de boca carnosa… Además, has de sacar de notable para arriba en Matemáticas y Lengua. No se les dice a las niñas: lo importante es que estés bien contigo misma, que seas capaz de ponerte en la piel de los otros y comprenderles, que termines lo que empiezas, que mires el mundo con curiosidad, que te diviertas mucho, que estés tranquila, que sueñes y ames. No, no se les transmite esto. Y ellas, sin un sueño que llevarse a la boca, enferman y se meten los dedos.