Prohibido beber agua

El agua de Cercedilla no se puede beber. Ni siquiera puede utilizarse para lavarse los dientes. Esta es la advertencia que, de forma formal, realizó ayer la Consejería de Sanidad al Ayuntamiento de Cercedilla y a los vecinos. Los técnicos de la Dirección General de Ordenación e Inspección han pronosticado que el agua que sale de los grifos en Cercedilla «no es apta para el consumo humano (no apta para el consumo de boca) y con riesgos para la salud». Así se lo habían trasladado en varias ocasiones al regidor del municipio, Eugenio Romero Arribas (PSOE), de hecho, afirmaron ayer que Romero fue testigo de inspecciones en las que los servicios de salud pública determinaron «in situ» que la calidad del agua no era buena y que la única estación de tratamiento del municipio no funciona correctamente. Ante la falta de respuesta por parte del primer edil, ayer la Comunidad de Madrid exigió al regidor que dote al municipio de un suministro alternativo de agua hasta que se subsanen las deficiencias, le requirió que tome medidas correctoras y pidió que se ponga en conocimiento de los vecinos el peligro que puede suponer consumirla. Según explicó la Consejería de Sanidad, que dirige Javier el agua de los grifos de Cercedilla puede provocar problemas gastrointestinales. Y es que el líquido elemento del municipio, que triplica su población en esta época vacacional, incumple «los parámetros establecidos del Anexo I, partes A y C del Real Decreto 140/2003 de 7 de febrero por el que se establecen los criterios sanitarios de la calidad del agua de consumo de humano hasta tanto se garantice de forma continuada la calidad del agua». Ayer, en Cercedilla, del Real Decreto no se conocía nada. Lo que los vecinos y veraneantes habituales sí que tienen claro es que del grifo no se bebe: «El agua sale amarilla y huele mal», afirman.